Se dice que los colores afectan la manera en la que nos sentimos y comportamos. ¿Pero también aplica dentro del hogar? ¿Pueden los colores en las paredes impactar nuestro estado de ánimo y bienestar de alguna manera? La respuesta es sí. Los colores pueden afectar el humor, los niveles de estrés y el bienestar.
La conexión entre los colores y el estado de ánimo
Estudios han mostrado que diferentes colores evocan diferentes emociones en las personas. Por ejemplo, el rojo ha sido mostrado para incrementar emoción y energía, mientras que el azul es para mostrar relajación y calma.
Aunque se sigue investigando, es muy claro que los colores que están expuestos día a día pueden impactar la salud mental.
Los colores cálidos promueven la energía y la emoción
Uso de colores cálidos
Para energizar tu espacio, considera usar colores cálidos como el rojo o amarillo. Los colores cálidos son aquellos que se asocian con la energía, calor y estimulación. Se ha encontrado inclusive que tiene efectos psicológicos en los individuos.
Cuando se usan en el diseño de interiores, ellos pueden tener un significado impactante en el espacio. Por ejemplo, el rojo acentúa en una sala que puede crear sensación de energía y emoción. Mientras que una cocina naranja promueve el confort. El amarillo se puede utilizar en el baño para crear una sensación de optimismo y positividad.
Los colores fríos pueden impactar en la tranquilidad y relajación
Uso de colores fríos
Los colores fríos, como el blanco, verde y púrpura, son típicamente asociados con la calma, relajación y tranquilidad. También se ha encontrado que tienen varios efectos psicológicos en las personas.
Cuando estos colores fríos se utilizan en el hogar, inciden de manera significativa. Una habitación azul puede dar relajación y mejora la calidad de sueño, mientras que una sala verde puede crear una sensación de armonía y balance. El púrpura se puede usar en una habitación de meditación para promover la conexión espiritual y tranquilidad.
En ese sentido, los expertos recomiendan seleccionar colores que reflejen tu personalidad y no usar uno solo en toda la casa. Es mejor combinarlos para crear un flujo armonioso, favorecer la iluminación, entre las diferentes habitaciones o incluso entre diferentes rincones de una misma estancia.
