Entre las patologías que tiene mayor incidencia en la población se encuentran las siguientes:
Resfriado ComúnEs causado principalmente por más de 200 virus, entre ellos el rinovirus, y se manifiestan a través congestión nasal, secreción nasal, estornudos, tos, dolor de garganta y, ocasionalmente, fiebre leve.
Gripe (Influenza)
Puede ser provocada por los virus de la influenza A y B, la cual genera fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, fatiga extrema, tos seca, dolor de garganta y dolor de cabeza.
Bronquitis Aguda
Generalmente, es causada por virus, aunque también pueden ser causantes bacterias y otros irritantes como el humo del tabaco y la contaminación. Sus síntomas incluyen tos persistente, producción de esputo (flemón), fatiga, dificultad para respirar y malestar en el pecho.
Asma
Aunque no es causada directamente por infecciones, los cambios climáticos y las infecciones respiratorias pueden desencadenar exacerbaciones asmáticas, que dificulta la capacidad para respirar, tos persistente, opresión en el pecho.
Neumonía
La generan bacterias (como Streptococcus pneumoniae), virus y, con menos frecuencia, hongos, que al entrar en el organismo pueden causar fiebre alta, escalofríos, tos con esputo denso y colorido, dolor en el pecho, dificultad para respirar, sudoración y fatiga extrema.
Estas pueden ser mortales, si no se tratan a tiempo
La prevención, la clave que salva vida
En ese sentido, los expertos destacan que para mitigar el efecto de estas enfermedades, que generalmente se propagan más rápidos cuando el sistema inmunológico está débil, y prevenir complicaciones graves, se deben tomas en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Mantener una dieta rica en Vitamina C, que fortalece las defensas y se puede ingerir de forma natural a través de frutas y vegetales como: naranja, limón, brócoli, espinaca, entre otros.
- También respetar las horas de descanso, dormir mínimo 8 horas diarias, ya que la falta de sueño puede elevar los niveles de estrés y debilitar el sistema inmune.
- Mantenerse al día con las vacunas pertinentes, como la vacuna contra la gripe y el neumococo.
- Igualmente, cuidar la higiene en general y lavarse las manos regularmente con agua, jabón y usar gel antibacterial a base de alcohol.
- A su vez, protegerse del frío, evitar mojarse con la lluvia y usar ropa para mantenerse abrigado.
- Evitar el contacto cercano con personas con algunas de estas enfermedades y mantener el hogar bien ventilado.
- Además realizar ejercicio con regularidad, cuya actividad puede mejorar la capacidad pulmonar, fortalecer los músculos respiratorios y aumentar la resistencia y evita el sobrepeso que pueden agravar las enfermedades respiratorias, ya que dificultan la respiración y aumentan el riesgo de complicaciones.
No obstante, al momento de contraer algunas de estas patologías, es recomendable guardar reposo, mantenerse hidratado y evitar automedicarse, un hábito común en parte de la población, y consultar a su médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
El cuidado de la salud respiratoria no solo previene enfermedades, sino que también reduce los costos de atención médica a largo plazo.