Este maquillaje no solo complementa cualquier atuendo de fiesta, sino que también ilumina el rostro, garantizando que captures la atención en cada brindis y reunión. Y es que, lejos de ser una tendencia solo para pasarelas, el glitter dorado es un clásico atemporal que, cuando se aplica correctamente, irradia sofisticación. Aquí te ofrecemos una guía paso a paso para dominar este look y convertirte en el centro de todas las miradas.
Paso 1: la base perfecta a prueba de caídas
El mayor desafío del glitter es que suele caer sobre las mejillas antes de que termine la noche. Por ende, la preparación es crucial.
Inicia aplicando una prebase de ojos (primer) de alta adherencia. De hecho, muchos artistas del maquillaje sugieren optar por una base dedicada para glitter, que presenta una textura más pegajosa y está creada para «retener» las partículas. Posteriormente, coloca una sombra base en un tono marrón cálido o terracota en la cuenca del ojo. Esta fase actúa como la «sombra» que proporcionará profundidad y evitará que el glitter aparezca plano.
Paso 2: la creación del manto dorado
Ahora, pasamos al color principal. Para lograr esa base de oro fundido, usa una sombra dorada metálica cremosa. Aplícala con el dedo o con una brocha plana y densa por todo el párpado móvil. Es decir, la sombra metálica creará la base saturada que hará que el glitter brille con mayor intensidad.
Un tip importante: el oro puede tener matices. Para un look cálido y festivo, elige un oro con subtonos bronce o cobre. Para un efecto más frío y sofisticado, opta por un oro pálido o champaña.
Paso 3: El toque mágico del glitter
Ahora bien, este es el momento de aplicar la magia. Si usaste una prebase para glitter en el Paso 1, simplemente toma las partículas sueltas con una brocha plana y presiónalas suavemente sobre el párpado móvil, justo encima de la sombra dorada. No las arrastres; presiona con pequeños toques.
En caso de que uses un glitter ya formulado en gel o líquido, aplícalo directamente con el aplicador o una brocha de silicona. Sin embargo, si notas que cayeron partículas bajo tus ojos, no uses el dedo para barrerlas. En su lugar, utiliza una brocha de abanico limpia o un pedazo de cinta adhesiva suave, pegando y despegando las partículas con cuidado.
Paso 4: equilibrio y armonía del rostro
Para que el look no se sienta recargado, la clave está en el balance:
1. Delineado y pestañas: un delineado negro sutil y muchas capas de máscara de pestañas o pestañas postizas. El negro define el ojo y crea un marco para el oro.
2. Piel: Debes mantener el resto del rostro lo más natural y mate posible, o con ese deseado efecto «Piel de Cristal» (Glass Skin) que no compita con el ojo.
3. Labios: Los labios deben ser neutros. Un labial nude mate, un gloss transparente o un tono rosado suave son las opciones más elegantes. Por consiguiente, el foco se mantiene en la mirada.
Por lo tanto, el ojo dorado con brillo es una afirmación de felicidad y seguridad. Al dominar esta habilidad, no solo estarás siguiendo una moda; estarás conmemorando tu propia esencia. Así que, en esta Navidad, date ese toque de magia, sintiéndote luminosa y preparada para hacer recuerdos inolvidables. ¡Que tu mirada sea el destello más resplandeciente de la celebración!
