Al estar en un territorio relativamente pequeño, la llamada tierra de la calma de la mañana es muy fácil recorrer pasando de la intensa actividad que hay en la moderna ciudad de Seúl, su capital, a la tranquilidad que se encuentra en sus preciosos campos y montañas. El interior del país está lleno de campos de arroz y pueblos de pescadores, donde se puede disfrutar el encuentro con sus pobladores y hasta alojarse en una de sus tradicionales casas de madera llamadas hanok.
Corea Moderna La diversión se mezcla con la actividad comercial y el trabajo en las ciudades más importantes de Corea como Seúl y Busan, donde la oferta de gastronomía es enorme, y el ambiente cosmopolita cubre las expectativas de todos los visitantes. En Seúl existe una alegría urbana muy especial, con movimiento las 24 horas del día que incluye visitas a palacios ancestrales y también a mercados como Hongdae o Itaewon, rodeados de edificios modernos con una arquitectura espectacular. Cualquier recorrido turístico en la capital debe incluir al Palacio de Changdeokgung, que fue construido originalmente en el año 1405 y decretado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Su Jardín Secreto es un remanso de paz precioso. También deben pasear por Bukchon, que es una hermosísimo barrio típico repleto de casas tradicionales y callecitas empinadas. Otra visita obligada debe ser para conocer alguna de las antiguas puertas de la ciudad, como la de Sungnyemun que es maravillosa. Atravesar la enorme plaza Gwanghwamun es impresionante, porque se puede ver el contraste entre lo tradicional y lo moderno. Jongno, el corazón de Seúl, ha sido escogido por la revista de viajes
Time Out como el tercer barrio más
“cool” del mundo. Allí se mezcla lo nuevo y lo viejo, lo elegante y lo retro, en una forma admirable. Además, alberga al mercado de Gwangjang donde se come divino.
Uno de los destinos más sorprendente del mundo, con 5.000 años de cultura e historia y siendo una de las economías más pujantes del mundo es la República de Corea.
Gastronomía de Primera
La cocina coreana es famosa en el mundo por sus sabores equilibrados e ingredientes sencillos y muy sanos. En Seúl hay cinco restaurantes con estrellas Michelin, sin embargo, en cualquier establecimiento y en los mercados populares también se come muy bien. El mercado de Myeongdong es el más célebre en comida callejera, con 100 puestos de comida y dos millones de visitantes diarios. Los platos de kimchi, tteokbokki, pollo frito, kalguksu, bulgogi, bibimbap, mandu, samgyeopsal, hotteok, pajeon, kimbap, gejang, o eomuk hacen delicias en los paladares de los coreanos y también de todos los turistas. Se pueden pedir en raciones pequeñas, para poder probarlos todos y mezclarlos. Acompañar esos platillos deliciosos con una copa de soju, la bebida típica, es una experiencia que recordará toda su vida.
Turismo de Naturaleza
En el interior de Corea hay muchísimos atractivos turísticos interesantes. En algunos de ellos puede estar en contacto con la nieve, como Manhangjae, en la provincia de Gangwon-do. El lugar es ideal para hacer senderismo y respirar aire puro. Allí queda el punto más alto del país a donde se puede llegar en automóvil, a 1.330 metros de altura. Otro es el monte Deogyusan, desde donde se obtienen unas vistas preciosas sobre las montañas coreanas. En las islas coreanas como la de Jeju, también se hace senderismo con un hermoso paisaje volcánico, y el monte Namsan es otro patrimonio mundial de la UNESCO por su belleza y tradición religiosa.
Corea es un país muy hermoso, lleno de cultura milenaria, modernidad emocionante, comida fascinante, y gente amable que recibe con gusto al visitante. Con 13 Patrimonios Culturales, 2 Patrimonios Naturales, 21 Patrimonios Intangibles, y 16 Memorias del Mundo, es un destino turístico único. Venga a Corea apenas pueda.
