La actriz venezolana Chumico Romero falleció a los 84 años en Caracas. Hasta el momento se desconoce la razón de la muerte de la artista.
La india maquiritare que salió del Amazonas demostró su talento innato en su participación en dramáticos como “Mariana de la noche” (1975), “La mujer prohibida” (1991), “Cara sucia” (1992), entre otras, forman parte de su legado a la televisión venezolana, donde también incursionó como una de las chicas de Renny Ottolina, lo cual le abrió las puertas al mundo de la fama.
“Renny me enseñó el mundo del entretenimiento. Yo era su india. Me puso profesores de baile y de actuación porque yo hacía las cosas al revés. Si había que agarrar un artículo con una mano para presentarlo frente a las cámaras, yo lo hacía pero con las dos manos. Eso le gustó a él. Porque él también hacía las cosas al revés pero para impresionar, yo lo hacía por ignorancia. Pasé a ser conocida como la antimodelo”, expresó la actriz en una entrevista con el destacado periodista Néstor Luis Llabanero.
Su humildad y belleza natural la hicieron billar dentro del selecto grupo de celebridades de la época conformado por actrices como Lupita Ferrer, y la llevó a ser elegida para representar a su estado natal en el Miss Venezuela.
“Yo entré a ver el evento y el organizador, un periodista llamado Reinaldo Espinoza Hernández, me señaló y dijo “Es ella”. Me convertí en miss Amazonas 1960”, comentó la estrella, quien después representó al país en el Reinado del Café en Manizales, en Colombia.
“Tal vez lo que más valoraron de mí fue la naturalidad. Fui la primera persona pública en salir en bikini en Venezuela. Eso fue un escándalo. También gané un concurso llamado Los labios más lindos de Venezuela. La gente decía que era una lástima que no tuviera unos centímetros más. Mido 1,60 metros”, declaró la artista quien perfeccionó su talento al realizar estudios en dramaturgia en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid durante tres años, cuyas habilidades le abrieron las puertas a la academia de formación de Enrique Benshimol, desde donde guio la formación de grandes figuras como “Ruddy Rodríguez, el de su hermano, Romano Rodríguez, también a Eduardo Luna, que él mismo dice que ha sido mi mejor alumno, Gustavo Camacho, Reinaldo José, José Ángel Ávila y Alberto Gómez, el escritor, que ahora es mi amigo“.