En contraposición a la frialdad que a veces se asocia con el minimalismo puro, una nueva ola de diseño de interiores está conquistando hogares: el minimalismo cálido.
Esta tendencia conserva la esencia del “menos es más”, pero inyecta calidez, textura y personalidad para crear espacios que se sienten acogedores y habitados, sin sacrificar la serenidad y el orden.
La clave del minimalismo cálido reside en la paleta de colores neutros y terrosos. Tonos beige, crema, arena, terracota y blanco roto son la base, proporcionando una sensación de calma y conexión con la naturaleza. Se evitan los contrastes fuertes y los colores estridentes, optando por una armonía suave y envolvente.
Los materiales naturales juegan un papel fundamental para añadir esa calidez tan característica. La madera clara sin tratar o con acabados sutiles, el lino, el algodón orgánico, la cerámica artesanal y la piedra natural aportan texturas ricas y una sensación táctil que invita al confort. Alfombras de yute o lana, cojines de punto grueso y mantas suaves son elementos esenciales para crear capas de calidez visual y física.

El minimalismo cálido también se distingue por la incorporación de elementos personales y orgánicos. Plantas de interior exuberantes no solo purifican el aire, sino que también añaden un toque de vida y color sutil. Obras de arte abstractas con paletas de colores suaves, fotografías en blanco y negro con marcos de madera, y objetos decorativos artesanales con historia contribuyen a crear un ambiente único y con alma.
La iluminación es otro aspecto crucial. Se prioriza la luz natural abundante y se complementa con lámparas de pie y de mesa con pantallas de materiales cálidos como el lino o el papel, creando ambientes suaves y difusos en lugar de luces brillantes y directas.
El minimalismo cálido es una tendencia que abraza la simplicidad y el orden, pero sin renunciar a la calidez y la personalidad. Es una invitación a crear espacios que no solo sean estéticamente agradables, sino que también promuevan la calma, el bienestar y la conexión con lo esencial. Un refugio moderno que se siente genuinamente como hogar.