Cuando las parejas viven de rabieta en rabieta, difícilmente logran conectarse con los afectos. En consulta, pude escuchar a cientos de personas cuestionándose el amor que sienten porque no son capaces de lidiar con las emociones de sus parejas. Y la realidad es que son los afectos la base necesaria para intentar mejorar la comunicación. Estando muy molestos, difícilmente querrán practicar nuevas formas de comunicación. La rabia nos produce deseos de atacar al otro en defensa y eso es muy lejano a la conciliación.
Hoy quiero centrarme en una sugerencia que suelo hacerle a las parejas cuya dinámica es profundamente conflictiva. Quiero explicarles por qué podría ser muy útil para ambos tener una libreta negra pero también quiero que les quede muy claro cómo debe usarse. Lo del color negro es algo simbólico pero los simbolismos ¡siempre ayudan! La idea es que cada uno tenga su libreta y que sea privado. Es decir, no la dejen en la cocina o en el comedor para evitar que sea leída por la pareja. Puede ser electrónico si se siente más cómodo que escribir a mano.
Organizar las ideas propicia una conversación más fluida

Finalmente, les dejo la palabra “empatía” para que recuerden que la otra persona probablemente también se siente mal con lo ocurrido y que esa conversación adulta y sensata debe permitir que ambos se expresen sin juzgarse.