Un modelo de negocio es una estrategia fundamental para el crecimiento de cualquier emprendimiento, ya que define la vía a través de las cuales se entrega la propuesta de valor a los clientes.
Asimismo permite a los emprendedores tener claridad en su visión y enfoque. Les ayuda a identificar su mercado y las oportunidades que les brinda, entender las necesidades de los clientes y concentrarse en los aspectos esenciales para el cumplimiento de los objetivos e impulsar el crecimiento de su proyecto.
De igual modo funciona como una base para la planificación estratégica e identificar oportunidades y amenazas en el mercado, así como la aplicación de medidas para superar las dificultades y gestionar el funcionamiento óptimo del emprendimiento.
Igualmente propicia métricas claras sobre el rendimiento y el impacto de los cambios ejecutados, lo cual transmite la confianza y fortaleza del emprendimiento a sus clientes.
Venta directa: los emprendedores tienen el control sobre la ejecución y distribución del producto directamente a los clientes a través de tiendas físicas o en línea sin la necesidad de intermediarios. Se aplica en muchos sectores diferentes, como la moda, los productos de belleza, los productos para el hogar, la alimentación y las bebidas, entre otros.
Franquicia: otorga a los franquiciados el derecho de usar su marca, productos y procesos de negocio a cambio de una tarifa inicial y un porcentaje de las ventas. Este facilita la expansión del emprendimiento a varios puntos de venta.