Priorizar puede ser un elemento muy necesario a incorporar en tu relación; administrar el tiempo es clave para su funcionamiento
Atenea Anca
¿Te suena esta frase? ¿La has dicho o la has escuchado? Nos escudamos de la falta de tiempo para no lograr cosas, tanto individuales como en la interacción con otros. Por ejemplo, “no tengo tiempo para ir al gimnasio”, “no tengo tiempo para leerme ese libro”, “no tengo tiempo para salir de vacaciones”, “No puedo ir a visitarte porque estoy muy ocupada”, “no tuve tiempo para responderte el mensaje”. ¿De verdad no tuviste tiempo? Como si se tratase de un blanco y negro, o tengo tiempo o no tengo tiempo. ¿No será más bien que en unos momentos tienes más tiempo libre que en otros? ¿o que tus prioridades no te permiten atender algunas áreas de tu vida?
Leticia estuvo años pidiéndole a Gustavo que le dedicara tiempo. Le decía claramente cómo quería que le dedicara ese tiempo: salir a cenar una vez al mes, vacacionar 2 semanas al año en algún sitio nuevo aunque sea en el mismo país, salir a pasear los fines de semana tomados de la mano y conversar cada noche por al menos 10 minutos para contarse cómo estuvo el día de ambos. Sin embargo, de la boca de Gustavo salía la misma expresión “estoy muy ocupado con el trabajo” o “trabajé demasiado y ahora necesito descansar”. Ella entendía su cansancio pero no entendía que nunca pudiera obtener lo que deseaba. Lo dejaba pasar, o eso creía, pero en realidad iba acumulando una lista interminable de momentos de frustración y dolor. Se sentía abandonada, ignorada, invisible y poco amada. Ella no entendía cómo hacerle entender que no pedía mucho, sólo un poco de su atención plena.
Compartir un espacio en pareja potencia la intimidad
El tiempo compartido brinda oportunidades para conversar y resolver conflictos
Y él no sabía cómo hacer para que ella estuviera contenta y que eso no implicara bajar sus aspiraciones profesionales. Él sabía cuánto tiempo aproximado faltaba para llegar al cargo que siempre había querido. Y pensaba que el sacrificio valdría la pena. ¿Pero realmente entendía que posponer la conexión en pareja empujaba a Leticia al desamor?
La realidad es que cuando Leticia le pidió el divorcio, sacó todo el tiempo del mundo para intentar reconquistarla. Tenía desde las 7pm hasta las 12 de la noche para escucharla cada día, mirarla y tomarla de la mano. Los fines de semana tenía tiempo y energía para salir conocer lugares nuevos. Encontró el tiempo para proponer un viaje de aventura. Quería conocer todos los restaurantes nuevos de la ciudad con Leticia. Pero Leticia ya no quería.
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Este es el caso de muchas parejas. Terminó en desamor, divorcio y en una fuerte depresión en Gustavo. Él llegó a la posición laboral que tanto quería y ganaba el sueldo que soñaba pero llegaba a la casa en la noche y ya no estaba Leticia. En terapia aprendió que dedicarle tiempo a la relación desde ser algo natural si deseas estar con alguien. Pedirle a la otra persona que espere por ti para que voltees a verla, no es sano ni justo. Si piensas que no tienes tiempo para la relación, es mejor que no estés en una. Y si estás ya en una relación y te ubicas diciendo “no tengo tiempo” comprende que siempre hay tiempo, sólo tienes que aprender a buscarlo, organizarte y priorizar correctamente.