Cada Jueves Santo, los feligreses realizan la visita a los 7 Templos, durante, la Semana Santa, para orar, agradecer los milagros concedidos y adorar, renovar la fe cristiana y adorar al Santísimo Sacramento expuesto en altares edificados para la ocasión.
Esta tradición, que perdura en la actualidad, está fomentada en el pasaje bíblico de lo correspondiente a la pasión de Cristo y simboliza el recorrido realizado por de Nazaret, durante su travesía hacia su muerte, desde el Cenáculo, el Huerto de los Olivos o de Getsemaní, hasta el Calvario.
En ese sentido, Caracas alberga en sus espacios decenas de templos de gran valor espiritual e histórico cuya arquitectura se debate entre lo moderno y colonial.Estas son algunas de las iglesias que puedes visitar en estas fechas.
Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria

Esta obra, fue fundada en 1708, es una obra de estilo semicolonial con cuatro fachadas y tres naves, ubicada en el centro histórico de Caracas, en la avenida Urdaneta, a la altura de la plaza La Candelaria y en ella reposan, desde 1975, los restos del Dr. José Gregorio Hernández.
Además, el 2 de agosto de 1960 este templo fue declarado Monumento Nacional.
Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús

Fue construida durante las primeras décadas del siglo XX por Luís Muñoz Tébar, con un sencillo estilo neogótico, y se localiza en la esquina Corazón de Jesús, Avenida Universidad y en su interior exhibe hermosos vitrales.
A mitad del siglo XX fue demolida su fachada y eliminados parte de los primeros cuerpos para dar paso a la avenida Fuerzas Armadas, construida en 1956. La fachada actual es obra del arquitecto Jan Goreck, quien la reconstruyó en 1962.Está regentada por Padres Dominicos tomaron posesión de la capilla el 12 de Mayo de 1903, e iniciaron una nueva etapa que abarcaría tanto las actividades culturales como la arquitectura del templo mismo.
La Basílica de Santa Ana y Santa Teresa

Edificada en 1870, en el lugar donde se localizaba el Oratorio de San Felipe Neri, por orden del presidente Antonio Guzmán Blanco, quien le colocó el nombre en honor a su esposa Ana Teresa, esta construcción neoclásica se ubica entre las esquinas de La Palma y Santa Teresa, es uno de los más visitados cada Miércoles Santo por ser el hogar del Nazareno de San Pablo, y es considerada la obra más famosa de su creador, el arquitecto Juan Hurtado Manrique, el más grande y mejor diseñado de los templos venezolanos del siglo XIX.Su estructura cuenta con dos fachadas una dedicada a Santa Ana y la otra Santa Teresa.
El 9 de diciembre de 1959 fue declarado Monumento Histórico Nacional y fue elevado al rango de basílica por el papa Pablo VI, en 1974.
La iglesia Inmaculada Concepción y templo de San Francisco

Inspirada en un estilo neobarroco, su nombre real es Iglesia de la Inmaculada Concepción, y se encuentra en el casco histórico de Caracas.Es conocida como Iglesia de San Francisco por haber acogido a los sacerdotes franciscanos, quienes tenían su convento justo al lado, en lo que hoy se llama Palacio de las Academias.
Catedral Metropolitana de Santa Ana

La Basílica menor de Santa Capilla

Localizada en la esquina de Santa Capilla en la avenida Urdaneta, en este terreno se hospicio la primera misa de la ciudad capitalina, esta basílica menor, de estilo neogótico, fue elevada en 1883 por el arquitecto Juan Hurtado Manrique, como una réplica de la Sainte Chapelle de París, un templo gótico situado en la Isla de la Cité, en el centro de la capital francesa.Fue declarada monumento nacional en 1976 y en ella se encuentran obras de Arturo Michelena.
Iglesia Santísima Trinidad

No obstante, el terremoto del 26 de marzo de 1812, destrozó la estructura de la iglesia. Años más tarde, a través de la colecta de muchas limosnas, se inició su reconstrucción. El presbítero Luis Acosta tuvo bajo su cargo la responsabilidad del techo de la nave central, mientras que el presbítero Rafael Hernández contrató al ingeniero José Gregorio Solano, quien ideó un estilo gótico para la fachada.Por último, el doctor Agustín Aveledo y el presbítero Bartolomé Suárez le dieron remate y gran impulso a la construcción que para 1874 se encontraba muy avanzada.