Se trata de pequeñas empanadas, bocadillos o tartitas rellenas de una mezcla sabrosa a base de acelgas, que se pueden disfrutar como aperitivo, entrada, acompañamiento o incluso como una comida ligera.
Su encanto reside en la combinación del sabor ligeramente terroso de la acelga con otros ingredientes que realzan su perfil, todo ello envuelto en una masa que puede variar en textura y preparación.
Ingredientes:
2 manojos grandes de acelgas frescas
2 cebollas medianas
4 dientes de ajo machacados
5 cucharadas de aceite de maíz
1/8 de cucharadita de sal
1/8 de cucharadita de sal limón (se consigue en las tiendas árabes
1/8 de cucharadita de pimienta negra molida
1/2 cucharadita de Sumac (condimento árabe)
Discos de masa listos para pastelitos
1 huevo
Procedimiento:
Limpiamos, lavamos y escurrimos muy bien las acelgas.
Seguidamente, trituramos el ajo y cortamos la cebolla en cuadritos muy pequeños.
Cortamos las acelgas (las hojas y el tallo) en julianas finas.
En una sartén grande, ponemos el aceite y sofreímos primero el ajo, luego la cebolla, agregamos las sales y el zumaque. Luego agregamos la acelga, mezclamos bien y salteamos hasta que comenzamos a marchar.
Cortamos los bordes a los círculos de masa para convertirlos en cuadrados, ponemos en el centro una cucharada colmada de las acelgas salteadas y cerramos los pastelitos uniendo las esquinas en el centro. Los pastelitos quedan cuadrados con las puntas unidas en el centro.
Barnizamos con huevo batido, colocamos en una bandeja plana para hornear.
Hornea a 350˚ F o 180 C hasta que doren.
Las propiedades de la acelga son amplias, aporta vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunológico, y por supuesto es una verdura muy útil para elaborar nutritivos y deliciosos platillos.
