Y esta vez, esa historia está escrita en oro, memoria y emoción.
La joyería siempre ha sido parte de mi vida, no solo como accesorio, sino como una forma de expresión personal. Siempre me han atraído las piezas con carácter, con intención.
Anillos que llevo cada día, medallones que guardan recuerdos. Joyas que, con el tiempo, se vuelven parte de uno mismo.
De niña, las monedas tenían un valor especial para mí. Eran mi mesada diaria, pequeños tesoros que me daban una sensación de independencia y posibilidad. Más adelante, fueron los medallones que usaba mi abuela los que me cautivaron. Cuando ella falleció, heredé algunos, y uno de ellos lo llevé
para el bautizo de mi hija.
Esa conexión emocional tan profunda es lo que dio vida a esta colección inaugural.
Comenzamos con medallones, monedas, concebidas como talismanes modernos. Piezas que llevan consigo fuerza, energía e intención.
Esta colección ocupa un lugar muy especial en mi historia. Después de dos años de creación, hoy me emociono compartir piezas hechas a mano en Florencia, una ciudad donde el arte y la tradición cobran vida.
Trabajamos con artesanos locales – verdaderos maestros – para dar forma a joyas que no solo destacan por su calidad, sino por el alma que contienen.
Es una evolución natural del universo YLIANA YEPEZ: refinado, con propósito, y hecho para perdurar.
Más que joyería, esta es una nueva etapa donde la artesanía se encuentra con la memoria, y el diseño con la emoción.
Una colección pensada para acompañarte todos los días, y ser atesorada para siempre.
Esto es joyería con alma.
Esta es YLIANA YEPEZ.
Con información de Blue Press Service @bluepressservice