Cultivar el ahorro desde temprana edad en los niños, les permite desarrollar una comprensión sobre el valor del dinero, cómo administrarlo adecuadamente y sienta las bases para una vida financiera estable y responsable.
Esta práctica también los prepara para una vida adulta financieramente responsable y fortalece su sentido de autonomía .
Más allá de la clásica alcancía, abrir una cuenta bancaria para un menor es una herramienta moderna y poderosa que ofrece beneficios mucho más amplios que solo ahorrar dinero. Es, en esencia, el primer paso tangible hacia su independencia y educación financiera.
Este acto le ayudará a comprender diferentes conocimientos, cómo establecer objetivos a corto y largo plazo para lograr sus metas. Por ejemplo, pueden ahorrar para comprar un juguete específico o para un viaje familiar.
Igualmente. Al ver el progreso en su saldo, el interés, y ver cómo su dinero crece con cada depósito, la motivación para ahorrar se mantiene viva.
Desarrollo de la responsabilidad y la gestion
Una cuenta bancaria, a menudo va acompañada de una tarjeta de débito con límites de gasto, cuya herramienta le facilita al niño el control de su propio dinero (bajo la supervisión de los padres, claro). Esto les obliga a tomar decisiones y aprender de sus errores.
Además al tener un saldo limitado, deben pensar antes de gastar, planificando sus compras y diferenciar entre lo que quiere y lo que necesita para que el dinero les dure.
También les enseña a consultar su saldo, depositar cheques, transferir fondos y retirar dinero de su cuenta desde pequeños. A medida que se familiaricen con la banca, permítales administrar su propia cuenta.
Supervisión en tiempo real
La mayoría de las aplicaciones bancarias permiten a los padres monitorear los gastos y movimientos de la cuenta del niño, estableciendo límites de gasto o incluso bloqueando ciertas transacciones.
