El ícono del rock Ozzy Osbourne regresó por última vez al “hogar del metal”, Birmingham, donde fue despedido con ovaciones y un homenaje por miles de fanáticos de Black Sabbath mientras su carroza fúnebre pasaba puntos emblemáticos de la ciudad, seguido por su esposa e hijos, visiblemente emocionados.

El auto fúnebre que transportaba al eterno “Príncipe de la Tinieblas”, quien falleció el martes pasado a los 76 años, recorrió Broad Street, una de las principales arterias de la ciudad, el estadio Villa Park, hogar del club Aston Villa y lugar del último concierto de Black Sabbath, realizado tres semanas atrás bajo el nombre Back to the Beginning, en el que compartieron escenario con bandas como Metallica, Guns N’ Roses, Anthrax y Aerosmith.

En su llegada a Broad Street, miles de personas corearon canciones y aplaudieron al paso del féretro, en un ambiente cargado de emoción. La banda local Bostin’ Brass interpretó temas clásicos de Black Sabbath, mientras los asistentes lanzaban flores y mostraban símbolos de paz.

El tributo concluyó con un funeral privado organizado por el Ayuntamiento de Birmingham en coordinación con la familia Osbourne, que asumió el financiamiento del acto.
