Al hablar de los destinos que alberga el Parque Nacional Canaima, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas (Unesco) en 1994, muchos se refieren al Salto Ángel, que desciende desde el Auyantepuy, o la Gran Sabana,
En la cumbre del Monte Roraima, un tepuy también conocido como ‘mundo perdido’, se encuentra un conjunto de balnearios formados por pozos naturales, formados en las rocas de arenisca, denominados los Jacuzzis del Roraima, cuyo nombre se debe a sus formas circulares.
Lo que los hace tan especiales es que el fondo de estas piscinas está cubierto por millas de cristales de cuarzo, que le dan color al agua, cuya temperatura oscila entre los 5 °C y 10 °C.
Dado que esta meseta es una de las formaciones geológicas más antiguas del planeta, con aproximadamente 3.000 millones de años, se cree que estos jacuzzis naturales son los más antiguos del mundo.
A medida que los visitantes ascienden a través de los caminos de arena rosada, pueden apreciar las esculturas de rocas y explorar las cuevas ubicadas
a lo largo del monte.
La temporada de sequía (de diciembre a marzo) es ideal, ya que las lluvias pueden hacer el ascenso más complicado. La caminata requiere una buena condición física. Es fundamental llevar ropa adecuada para la lluvia, el frío (las temperaturas bajan mucho en la cima) y un buen calzado de senderismo.
El viaje para llegar a este destino ya es una aventura en sí misma, ascendiendo a través de selvas vírgenes y acantilados que te transportan a un escenario prehistórico. Una vez en la cima, el paisaje cambia por completo a una meseta de rocas negras y escultóricas, con una vegetación única que solo existe en este lugar.
