El actor británico Gary Oldman, de 67 años, fue reconocido como Caballero del Imperio Británico por el príncipe William por su extraordinaria trayectoria en el arte dramático que abarca más de cuatro décadas de interpretaciones memorables en cine, televisión y teatro, en una ceremonia que se llevó a cabo en el histórico Castillo de Windsor.
El artista no evitó expresar su emoción luego de recibir este reconocimiento. «Me siento muy honrado, muy humilde y halagado, en igual medida. No se compara con nada más. Pensé que el Oscar era un gran logro. Sin faltar el respeto a la academia, pero palidece en comparación con esto. Ha sido simplemente maravilloso”, expresó y describió el momento como “emocional, muy emocional».
Por su parte, el príncipe William, bromeó con el intérprete: “Cada vez que te veo en pantalla, solo quiero darte un buen lavado”, dijo refiriéndose al personaje de Jackson Lamb. Oldman respondió con humor: “Bueno, creo que me he arreglado bien hoy”.

El título de Caballero del Imperio Británico es una distinción honorífica antigua que se remonta al siglo XIII y le confiere a quienes lo reciben el derecho a ser llamados “Sir” o “Dame”, según el género.
Cabe destacar que, a diferencia de los honores de la Orden del Imperio Británico, fundada por el rey Jorge V en 1917, el Knight Bachelor no implica membresía en una orden específica, pero reconoce logros excepcionales de manera independiente.
Su legado artístico
El actor inició su trayectoria en el teatro en 1979, demostrando desde el principio una intensidad que lo llevaría al cine, que pronto lo llevaría al cine. Su salto a la fama se produjo con actuaciones audaces que exigían una total inmersión, destacando su papel como el icónico líder punk Sid Vicious en la película «Sid and Nancy» (1986).
A lo largo de su carrera, Oldman se ha especializado en desaparecer en sus personajes, interpretando roles tan diversos como el seductor y aterrador Conde Drácula en la obra de Francis Ford Coppola (1992), el corrupto agente Stansfield en Léon: The Professional (1994) y el villano Zorg en The Fifth Element (1997). Se volvió familiar para una generación más joven a través de importantes franquicias cinematográficas, encarnando al mentor Sirius Black en la saga Harry Potter y al honesto Comisionado James Gordon en la aclamada trilogía de The Dark Knight de Christopher Nolan.

El punto culminante de su carrera llegó con su magistral y casi irreconocible transformación en el Primer Ministro Winston Churchill para la película «Darkest Hour» (El instante más oscuro) de 2017.
Por esta actuación, Oldman se alzó con los máximos honores de la industria, incluyendo el Premio Óscar a Mejor Actor, el Globo de Oro y el BAFTA a Mejor Actor. Anteriormente, ya había recibido un premio BAFTA por su trabajo como guionista y director en su ópera prima, «Nil by Mouth» (1997).