Es una raza relativamente reciente, debido a que nació a principios de la década de 2000 en los Estados Unidos. El cual resulta de la combinación entre el sofisticado gato Esfinge, famoso por su piel sin pelo y pliegues, y el Munchkin, reconocido por sus patas cortas. Su nombre, que se traduce como «niño» en italiano, hace referencia a su aspecto juvenil que conserva incluso en su etapa adulta.
En cuanto a su forma física, el Bambino presenta un cuerpo robusto y musculoso, pero de estatura baja, lo que le otorga una apariencia muy distintiva. Sus orejas grandes, su piel suave y sus ojos llenos de expresividad complementan la imagen de un felino que, a pesar de su falta de pelaje, está surcado por arrugas, especialmente en la frente y el cuello.
Cuidados esenciales de un bambino
Por sus características especiales, el gato Bambino necesita una rutina de cuidado particular para poder estar sano y contento. El aspecto más importante a considerar es su piel. Como no tienen pelo, les falta la protección natural que poseen otras razas.
Esto los hace más susceptibles a las quemaduras solares y a problemas cutáneos si no reciben la atención adecuada. Es crucial mantener su piel limpia para prevenir la acumulación de aceites y suciedad, lo que requiere baños semanales o quincenales con un jabón específico recomendado por veterinarios.

Además de mantenerlos limpios, su sensibilidad a las condiciones climáticas es un aspecto fundamental. No son gatos que se adapten a vivir al aire libre, ya que tanto el frío extremo como el calor pueden ser dañinos. Los propietarios deben asegurarse de que siempre tengan un espacio cálido, mantas y, en los días más fríos, chaquetas. Su metabolismo rápido para regular la temperatura corporal también requiere una alimentación de alta calidad y rica en proteínas.
Un compañero juguetón y afectuoso
A pesar de su apariencia delicada, los gatos Bambino se destacan por su inteligencia, su naturaleza juguetona y su temperamento sociable. Son gatos muy amigables que disfrutan de la compañía de sus dueños y buscan con frecuencia el contacto físico. Su curiosidad los impulsa a investigar cada rincón del hogar. Son una raza perfecta para aquellos que desean un compañero leal, activo y cariñoso que se adapte bien a la vida en interiores.
En definitiva, el Bambino brinda una experiencia singular. Su atractivo radica tanto en su apariencia inusual como en su gran corazón, un felino que ofrecerá amor incondicional a cambio de cuidados específicos y un poco más de atención.