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Guía rápida: 7 pasos para una piel con efecto ‘glow’

Una piel luminosa y bien hidratada refleja juventud y vitalidad

Lucir una piel luminosa no es solo cuestión de genética, sino también de adoptar una rutina adecuada que se adapte a tus necesidades. Sin embargo, el lograr conseguir ese brillo natural y saludable que tanto todas desean es más sencillo de lo que imaginas, y lo mejor es que no necesitas gastar una fortuna, ya que el secreto está en adoptar hábitos de vida saludables como cuidar su higienes, mantenerla hidratada y tener una dieta balanceada.

Por ende, es importante entender que una piel radiante es un signo de buena salud y bienestar. A continuación, 7 pasos que te harán la vida más sencilla con un resultado favorecedor.

Hidratación adecuada

Independientemente de tu tipo de piel, mantenerla hidratada es clave para ese efecto radiante y mantenerla en óptimas condiciones. Según un estudio publicado en el Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, una adecuada ingesta de agua puede mejorar la hidratación de la piel y su elasticidad. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, aunque las necesidades pueden variar según la actividad física y el clima.

Asimismo, puedes aplicar una crema hidratante ligera en la mañana y una más rica por la noche. No olvides usar un suero con ácido hialurónico para potenciar los niveles de hidratación y evitar que la piel se vea opaca.

Limpieza profunda

Una dermis limpia es la base para que los productos que apliques después funcionen correctamente. Solo debes lavar tu rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, con un limpiador suave que elimine impurezas, grasa y restos de maquillaje sin resecar. Puedes optar por productos adecuados a tu tipo de piel, ya sea seca, grasa, mixta o sensible.

Alimentación balanceada

Por su parte, una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales es clave para una piel radiante. Alimentos como frutas y verduras, especialmente aquellos ricos en vitamina C como naranjas y fresas, y vitamina E como nueces y espinacas, ayudan a combatir el daño de los radicales libres. Un estudio en Nutrients destaca que una dieta equilibrada puede mejorar la apariencia de la piel y reducir signos de envejecimiento.

Protección solar

Un factor importante es que la exposición al sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel. Por lo que usar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, incluso en días nublados, es crucial. La American Academy of Dermatology recomienda aplicar protector solar cada dos horas y después de nadar o sudar.

Rutina de cuidado de la piel

Establecer una rutina de cuidado de la piel que incluya limpieza, exfoliación e hidratación es esencial. Esta ayuda a eliminar impurezas y el exceso de grasa, mientras que la exfoliación ayuda a eliminar las células muertas y promover la renovación celular. Pues, según la Cleveland Clinic, usar productos que contengan ingredientes como ácido hialurónico y retinol puede mejorar la textura y el tono de la piel.

La exfoliación, tu mejor aliada

Exfoliar tu piel al menos una o dos veces por semana ayudará a eliminar células muertas, destapar poros y promover la regeneración celular. No obstante, esto no solo mejora la textura de la piel, sino que también le da un brillo inmediato. Por lo que puedes apostar por exfoliantes suaves con ácidos como el láctico o glicólico si buscas un efecto más profesional sin dañar la barrera cutánea.

Dormir bien

Aunque no sea creíble, el sueño es vital para la regeneración celular. Durante el sueño, la piel se repara y se regenera. Un estudio publicado en Clinical and Experimental Dermatology encontró que la falta de sueño puede llevar a un aumento en la inflamación y a un deterioro en la apariencia de la piel. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas cada noche.

Manejo correcto del estrés

Este es un factor negativo para todos los hábitos de nuestras vidas; sin embargo, en la belleza, puede afectar negativamente la salud de la piel, provocando brotes de acné y otros problemas cutáneos. Por lo que técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o simplemente dedicar tiempo a actividades que disfrutes, pueden tener un impacto positivo en tu piel.

En pocas palabras obtener una piel radiante es un proceso que implica cuidar tanto el interior como el exterior. Mantenerse hidratado, comer bien, protegerse del sol, seguir una rutina de cuidado de la piel, la exfoliación, dormir lo suficiente y manejar el estrés son pasos clave para alcanzar ese brillo saludable. Recuerda que cada piel es única, por lo que es importante encontrar lo que mejor funcione para ti.

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