Monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, quien fue compañero como primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, falleció en su ciudad natal, San Cristóbal, a los 70 años de edad. Fuentes oficiales confirmaron la noticia, generando tristeza entre los fieles y miembros de la comunidad religiosa.
En un comunicado, la CEV manifestó su “profundo dolor y sentidas condolencias” por el fallecimiento del también obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal, a quien describió como “un incansable pastor al servicio de la Iglesia en Venezuela”.
” Dejó una huella imborrable por su dedicación, su firme defensa de los valores evangélicos y su compromiso fiel con el pueblo tachirense y venezolano. Su liderazgo y cercanía pastoral marcaron la vida de innumerables personas. Elevamos nuestras oraciones al señor para que reciba a su fiel siervo en su reino y le conceda el descanso eterno”, añadió.
Nacido en San Antonio del Táchira, se destacó por su dedicación pastoral, en defensa de los derechos humanos. Su liderazgo y compromiso con la justicia social lo hicieron una figura admirada, no solo en la Iglesia, sino también en la sociedad venezolana en su conjunto.

Durante su período como vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, promovió los valores cristianos y participó de manera activa en iniciativas para fortalecer la unidad y la esperanza entre la población .
El fallecimiento de monseñor Moronta, quien estipuló en su testamento que su cuerpo debería ser sepultado en la catedral de San Cristóbal, al pie del Cristo del Limoncito, y que su corazón se coloque en el Santuario Diocesano del Santo Cristo, representa una pérdida considerable para la comunidad religiosa y la nación . Sus restos serán velados en su diócesis, y se anticipan ceremonias en su honor en los días venideros.
La Iglesia Católica y varios sectores de la sociedad venezolana han manifestado sus condolencias y aprecio por la labor de Monseñor Moronta, quien deja un legado de dedicación y servicio a su gente.