Adoptar hábitos saludables a menudo parece una batalla cuesta arriba, pero el concepto de nudge (o “pequeños empujones”) ofrece una estrategia sutil y efectiva para guiarte hacia decisiones más sanas sin sentir que estás haciendo un gran esfuerzo.
Originario de la economía del comportamiento , el nudge se basa en pequeños cambios en el “entorno de elección” para influir positivamente en las decisiones de las personas, sin restringir su libertad.
En el contexto del bienestar, el empujón puede ser increíblemente poderoso . Por ejemplo, si quieres beber más agua, simplemente deja una botella de agua visible en tu escritorio o en la encimera de la cocina. Este simple acto es un “empujón” visual constante que te recordará hidratarte.
Otro ejemplo es colocar frutas y verduras frescas al alcance de la mano en tu nevera, mientras que los alimentos menos saludables se guardan en compartimentos menos accesibles. La facilidad de acceso a las opciones saludables las hace más atractivas.
Para fomentar la actividad física , podrías colocar tu ropa de ejercicio justo al lado de tu cama por la noche, o estacionar tu auto un poco más lejos para caminar unos minutos extra. Si tu objetivo es leer más, deja un libro abierto en tu mesita de noche en lugar de tu teléfono. Estos pequeños ajustes en tu entorno eliminan fricciones y facilitan la elección del comportamiento deseado.
La belleza del nudge radica en su sutileza; no se trata de fuerza de voluntad , sino de diseñar tu entorno para que los hábitos saludables sean la opción predeterminada, haciendo que el camino hacia el bienestar sea más natural y menos oneroso.
