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Rafael Romero: Entre el escenario y el hogar, un equilibrio ejemplar

Eliza Pérez

Rafael Romero no es solo un actor destacado dentro del teatro y televisión venezolana, también es esposo de la actriz Carlota Sosa y padre de sus dos hijos, Julio Andrés de 32 y Juan Manuel de 26 años.

A lo largo de su carrera, ha hecho diversas novelas de diferentes géneros desde 1988 con la producción “Amor de Abril”, y desde entonces no ha parado. Actualmente, por la baja producción de telenovelas en el país, se ha dedicado a la radio con su programa “Kiara y Rafa” y al teatro, tanto en la actuación como en la dirección.

Este año, vuelve a las tablas del Centro Cultural Chacao la obra “Químicos para el Amor”, que protagoniza junto a su esposa Carlota.


“(La creación) fue bien interesante, porque Carlota y yo no habíamos trabajado como pareja nunca”, comenta Romero
. “Habíamos coincidido en varios proyectos a lo largo de nuestra carrera, pero nunca como pareja”.

También está como director en la próxima obra a estrenar “¿Sí o No?”, en el mismo recinto, protagonizada por Aroldo Betancourt, María Antonieta Duque y Sonia Villamizar, donde también tocan el tema de la pareja, pero a modo de terapia.

“No quiero contar mucho pero tiene que ver con sincerarse en las relaciones de pareja”, declara.

Esta no es la primera vez que Rafael dirige una obra. En 2016, debutó en este rol con la obra infantil “El Vuelo de las Mariposas” de Gledys Ibarra y “He Aquí el Hombre”.

Para Rafael Romero la magia está en la familia

Rafael Romero y su rol como padre


Romero experimenta su faceta paternal cuando empieza su relación con Carlota, quien ya había tenido a su hijo Julio Andrés con el músico Carlos Moreán.

“Yo conozco a Julio desde que tenía 8 meses, y ya tiene 32 años. Hemos vivido juntos todo ese tiempo”. Y desde que nació Juan Manuel, ha sido un padre para ambos hasta hoy.

El actor comenta que él, cuando sus hijos eran más pequeños, “sacaba tiempo de donde no había” porque tenía bastante trabajo en la televisión. Incluso cuando Carlota estaba embarazada de Juan, nunca dejó de ir a una consulta médica con ella.

“Pedía permiso en medio de la grabación, y en las horas de comida me iba con ella, y para mí era primordial estar ahí. En el nacimiento, los cumpleaños, siempre he hecho lo imposible por estar en los momentos más importantes para ellos”.

También agregó que le gusta pasar las vacaciones juntos, compartir en casa y hacer cosas que alegran a todos.

Comenta con relación a sus hijos que «siempre he hecho lo imposible por estar en los momentos más importantes para ellos»  

Aunque Rafael y Carlota dedicaron su carrera hacia la actuación, sus hijos se fueron por la parte musical e informativa. Cuando se le preguntó si en algún punto de la niñez estuvieron interesados en la actuación, el actor contestó “nunca” con risa.

“Ellos siempre demostraron que les gustaba la música. Los dos empezaron desde pequeños y decían ‘vamos a hacer una banda’, y Juan tocaba la guitarra, Julio la batería y armaban los grupos en la casa”.

Actualmente, Julio se ha dedicado al periodismo musical sin dejar de lado la batería, mientras que su hermano Juan es guitarrista y productor de diversos artistas en Estados Unidos.

¿Cree que la creatividad y el talento artístico se transmiten de generación en generación?

Sí, yo pienso que hay una parte heredada y la otra aprendida. En el caso de ellos dos, vieron que sus padres estábamos en el mundo del arte, en este caso de la actuación, y seguro sintieron esa inclinación.

Julio Andrés, por supuesto, su padre era Carlos Moreán. Por mi lado, mi tío Aldemaro Romero era músico. Siempre hemos estado en contacto, no solo con la actuación, sino con la música, y entonces ellos quizás se sintieron atraídos por la música, ya que siempre estuvieron cerca de ella.

¿Cómo ha sido ser esposo de Carlota Sosa?

¡Chévere! Ya llevamos 32 años juntos con todo lo que implica compartir esa cantidad de tiempo. Pero hemos logrado ser una pareja muy sólida, nos entendemos muy bien, y creo que eso es parte de lo que ha hecho que lleguemos hasta este punto de la vida.

El actor procura pasar vacaciones en familia, compartir en casa y hacer cosas que alegran a todos

El arte en la vida de Rafael Romero

¿Qué es lo que más le atrae de la actuación?

Me atraen muchas cosas. Al principio, cuando empecé a ser actor, me seducía el hecho de poder ser muchas personas sin dejar de ser yo mismo, tener esa posibilidad de fantasear con distintos personajes.

Pero a lo largo de los años de mi carrera, me he dado cuenta que también me ha ayudado a descubrir cosas de mí, descubrir emociones, cómo controlarlas, pasearme por un abanico de sentimientos muy amplio, y eso me resulta muy agradable.

¿Entonces diría que la actuación es una especie de terapia?

No, para que tú veas. No debe ser una terapia. Pienso que allí, cuando los actores hacemos terapia a través de los personajes o de la obra que interpretamos, no estamos haciendo lo correcto. Creo que hay una manera de entender y utilizar el conocimiento que tú tienes de ti como ser humano y de tus emociones, vas a prestárselo a los personajes, no para drenar todos los problemas que tú tienes, ni aquellas insatisfacciones, no debe ser así.

Para Romero ser padre ha sido una aventura y enseñanza

¿Cómo ve la actuación en los talentos emergentes?

Hay talentos muy buenos, no solo en la actuación, también en la dirección, en la música, cosa que me llena de alegría y me tranquiliza. Si hay algo que cada uno quiere dentro de la carrera en la que se desenvuelve es que haya una generación de relevo que de la talla, que se preocupe y que ame lo que uno hace.

Actualmente ha regresado con más auge el teatro, ¿siente que en algún momento volverá a ocurrir con las novelas televisivas?

No lo sé. Se han dado cambios poco a poco y el mundo crece muy rápidamente. Te puedo decir lo que yo quisiera, y yo quisiera que así fuera, pero no lo sé.

Lo que también quisiera, es que si ocurriera, pudiéramos volver a estar dentro del ámbito internacional en la producción. Que no retomemos desde donde nos quedamos porque ya tenemos muchos años de haber dejado de producir telenovelas y televisión. El mundo va muy rápido, entonces ahora tienes las plataformas digitales que se alimentan de una cantidad de producción mundial y ves la calidad de esas producciones, y probablemente nosotros nos hemos quedado rezagados. En el momento que retomemos, deberíamos buscar ese nivel de calidad.

Rafael Romero

@rafaelromero64

Eliza Pérez
@elizaperezr_

Fotos Cortesía Rafael Romero / Julio Moreán

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