El street style ha dejado de ser solo una muestra de lo que se lleva fuera de las pasarelas para convertirse en un motor principal de las tendencias globales. Hoy, la moda urbana es un reflejo vibrante de la individualidad y la creatividad, donde cada ciudad aporta su propio sabor.
En Tokio, la estética Harajuku sigue evolucionando, mezclando capas de ropa vintage con elementos futuristas y colores atrevidos, desafiando las normas y creando combinaciones inesperadas.
En las calles de Nueva York y Londres, la funcionalidad se une a la moda. Los outfits inspirados en la ropa de trabajo, los cargo pants y las chaquetas utilitarias son omnipresentes, a menudo combinados con zapatillas deportivas de diseño para un toque atlético y relajado. La sostenibilidad también se ha infiltrado en el street style, con una creciente inclinación hacia las prendas de segunda mano, la ropa upcycled y los materiales ecológicos, haciendo de la moda una declaración de principios.
La personalización es clave: los parches, las customizaciones y las prendas únicas son el sello distintivo del street style actual. Los accesorios juegan un papel crucial: desde gafas de sol retro hasta gorras con logos llamativos y joyería chunky. Este pulso global nos muestra que la moda es más democrática que nunca, permitiendo que cada persona sea su propio estilista y que la calle se convierta en la pasarela más auténtica.
