El calendario cultural se engalana para recibir el espectáculo “Íconos de la Salsa Brava”. En un despliegue de talento, la aclamada intérprete venezolana Trina Medina se erigirá como la voz encargada de revivir el glorioso repertorio de la insustituible Celia Cruz.
Este magno evento, programado para el 14 de diciembre en la Concha Acústica de Bello Monte, ofrecerá una constelación de estrellas. El escenario será compartido con las figuras de Joseph Amado y Alfredo Naranjo, quienes sumarán su arte al rendir tributo a dos pilares del género: Héctor Lavoe y Eddie Palmieri. Una noche imperdible de ritmo, clase y herencia musical.
Para Trina, este tributo es algo muy importante y de mucha responsabilidad. “La gente espera que cualquiera que haga este tributo cante y se vista igual que Celia, y este no es mi caso”. Medina acota que cada uno de los cantantes realizará un concierto a cada uno de los artistas a tributar.
“En mi caso, es un concierto de Trina en agradecimiento a una mujer que fue mi maestra, que fue mi escuela –aunque ella no supiera–, yo cantaba encima de sus discos y bailaba cuando era pequeña”.
La cantante venezolana también acota que Celia fue un pilar importante en la vida de su madre, Canelita Medina, así que para Trina es un homenaje doble, un momento que realizará con mucho amor y que es importante para su carrera.
“Celia no tiene ni idea de la dimensión que tuvo su música en mí. Se fue sin saber todo lo que ella significaba para el latino y para las mujeres aquí en Venezuela, porque aquí la aman aún. Estoy muy agradecida por ser parte de este tributo”.

Con respecto a la curaduría, Medina revela que fue muy difícil porque Celia Cruz tiene un amplio repertorio, pero el concierto se dividirá en etapas, desde que estuvo en la Sonora Matancera (donde se popularizó), pasando por Tito Puentes, La Fania y más, hasta llegar a su momento como solista, donde se cantarán temas como “La Negra Tiene Tumbao”, “Carnaval”, entre otras, para culminar con “Yo Viviré”.
Trina menciona que espera que el público quede satisfecho con el repertorio y que guste lo que hará con su orquesta, la cual menciona que es uno de los mayores atractivos de la noche. No solo cambiarán los cantantes, también lo harán los músicos que compartirán escenario con ellos.
“La gente podrá apreciar tres conciertos en uno. Cada uno de nosotros cuenta con su respectiva orquesta”, enfatiza. “Cada uno tiene un color, tiene un estilo diferente y es necesario tener una orquesta propia, músicos propios, y esto es algo que no se hacía desde hace un tiempo. Por lo general, traen a los cantantes y hay una sola orquesta; nosotros vamos a llevar nuestros respectivos músicos, ya que cada quien tiene una dotación distinta”.
Y hablando de Joseph Amado y Alfredo Naranjo, la cantante afirma sentirse muy feliz y honrada de compartir con ellos nuevamente, ya que se habían presentado juntos anteriormente cuando hicieron el tributo a La Fania.
“Cuando compartes con personas de alta factura, siempre te vas a sentir bien porque entiendes el respeto, la admiración y trabajar así es con mucha tranquilidad, felicidad y no hay competencia”.
Además de Celia Cruz, ¿quiénes han sido sus mayores referentes musicales o vocales?
Obviamente, mi mamá, Canelita Medina, que en paz descanse. Después, todas las que vienen, que no necesariamente cantaban salsa como Celeste Mendoza, Natalie Cole, muchas cantantes de jazz que me encantan, por ejemplo, Aretha Franklin, Tina Turner.
Cuando uno es adolescente, uno quiere que estas artistas reencarnen en uno, pero lo que hace esto más bonito es la fuerza interpretativa de los íconos que uno escuchaba en su momento y poderlos hacer con tu propia voz e ir mejorando.
¿Cómo ve el panorama de la salsa venezolana actual y qué consejos daría a las nuevas generaciones de músicos?
La salsa venezolana está como un tsunami; nosotros no paramos. Aquí en Venezuela no se ha apagado la salsa, todo lo contrario. Ha evolucionado tanto que hay mucho talento, que uno dice “Dios santo, qué grandes somos con nuestra musicalidad”.
Es importante resaltar que antes, los que hacían música académica, se quedaban en esa rama, o los que hacían pop, solo hacían pop; ahora no. La generación actual está ahora en cualquier género musical, haciendo música tropical, bailable, y lo están haciendo con una maestría. Los arreglos que hacen son impresionantes; la Big Band de El Sistema hacen música sorprendente, y es cuando dices “Ahora Venezuela está haciendo salsa”.

Además de eso, hemos logrado estampar un sonido propio. Y antes que todo esto sucediera, Venezuela era el país impulsor de todos esos artistas que venían de afuera. Todos debían cantar acá para que los reconocieran en Latinoamérica, aunque muchos no lo quieran admitir o reconocer. Ahora es que hay salsa para rato de Venezuela, y eso me encanta.
A las nuevas generaciones les quiero decir que se preparen, sobre todo en la creación. Si no hay personas que hagan propuestas, la música puede asfixiar. Aunque les guste hacer urbano, reggaetón, salsa, funk, lo que sea, hágalo con la certeza de que lo que está haciendo le gusta, que lo ama, porque si usted se desarrolla en algo que no le gusta –en lo que sea-, eso no le va a gustar a nadie.
Tiene que sentir que lo que está haciendo es bueno y lo satisface a usted. Y cuando se pare en un escenario y le gusta lo que hace, la gente ve esa verdad en su exposición; incluso hay personas que lloran en el público. Crea en lo que hace.
Trina Medina
Eliza Pérez