Sjandra Rendón
Cuando nuestros pequeños comienzan a entrar en la etapa de la preadolescencia, son muchos los aspectos emocionales que los padres debemos tomar en cuenta para aprender a respetar la independencia de estas personitas.
Pero aquí, la intención no es hacer un análisis de comportamiento o los cambios biológicos, psíquicos o sociales según el contexto cultural de un individuo y su relación con el medio; sino hacer de su entorno un ambiente agradable y llevadero.
¿Qué mejor que comenzar por remodelar o transformar su habitación? Este es el espacio que representa para ellos una de las partes de su vida más importantes. Aquí alberga su mundo de juguetes, momentos especiales como la lectura de los cuentos con papá antes de dormir, los reconfortantes abrazos de mamá que escoge la ropa del día o las tertulias con los hermanos.
Pero el tiempo pasa y este espacio ya debería dejar de tener esos coloridos primeros dibujos, o los superhéroes y soldaditos en miniatura, las casitas de pin y pon, los carritos y demás objetos acumulados desde su nacimiento.
Es hora de hacer uso de la creatividad o la imaginación que garantice su bienestar y que haga una estancia verdaderamente cómoda y versátil.
Despejar y dividir a dos alturas
Lo primero que debe hacerse para iniciar este proyecto de remodelación o restauración, es clasificar los juguetes. Aquí debemos fijar los que van a ser donados, regalados o vendidos para comenzar a abrir espacio. Una vez que ya se haya hecho este despeje, continuamos con la organización.
En esa edad, su habitación pasa a ser su refugio ideal y será más fácil crear dos espacios en forma vertical; en las alturas colocar su cama y en el espacio de abajo se instala un puf, un cómodo mueble ancho y mullido o inclusive una hamaca o silla colgante.
Esta opción es ideal para que reciban a sus compañeros de secundaria y se dividan el descanso en horas de lectura, estudio o compartir.
La lencería ya deja de ser de Cars, Toy Story, Moana o Princesita Sofía para cambiar a colores neutros, llamativos o combinados con franjas o dibujos más acorde a la edad, o en su defecto escogidos por ellos mismos según sus gustos o inclinaciones.
Paredes de impacto
Si no deseamos salir de aquellos recuerdos infantiles, podemos optar por enmarcar sus dibujos más significativos, sus primeras fotos de colegio o cuando realizaron sus primeras pijamadas con los amigos. (Evidentemente esto debe consultarse con ellos para evitar momentos vergonzosos típicos por la edad).
También está la opción, para las chicas, de las figuras luminosas o estrellas fluorescentes que van con cualquier decoración que se escoja. Simplemente dan un toque sutil a las paredes, en los alrededores de las lámparas, en el techo o en la cabecera de la cama.
El rincón de la amistad
Algo que no debe faltar en este refugio ideal es un rincón para enaltecer la amistad. Se imprimen las fotografías más trascendentales de su vida en compañía de amigos o mascotas y se colocan adornadas con emoticonos alusivos. Este rincón será formidable para regalar esos minutos de silencio y contemplación al recuerdo de cada uno.
No olvidar el suelo
El suelo siempre será ese espacio adorado por todos, independientemente de la edad que se tenga. Allí, acolchado con una mullida alfombra o un cómodo tapete bastante amplio, se puede hacer un área especial en el que se ubique un cofre o una caja forrada que guarde más fotografías, libros, revistas o esas chucherías que siempre se dejan para momentos especiales. También se colocan, para mayor comodidad, cobijas o cojines, cestas para guardar los instrumentos de manicura o maquillaje, los naipes o las consolas portátiles.
Las tiendas de campaña no pasan de moda, siempre y cuando el motivo no sea muy infantil. Los jóvenes pueden encontrar en estas tiendas un espacio mucho más íntimo, algo más cerrado para sus conversaciones telefónicas o compartir chismes o información que nadie más puede saber.
Cajones organizadores
En algunas ocasiones se da el caso del apego a los juguetes u objetos de infancia que representan momentos muy especiales de su vida y que no están aún preparados para deshacerse de ellos, optando por conservarlos por largo tiempo. Esto no es pecado para nadie, es simplemente tener más de cerca ese recuerdo que marcó sus vidas, entonces aquí entran en juego los cajones que organicen todo esto de manera muy funcional.
La parte de abajo de las camas es un espacio que sirve para instalar muchas gavetas de varios tamaños según los motivos. De igual forma se instalan algunos cajones aéreos cuyo material sea lo suficientemente ligero pero resistente para evitar accidentes posteriores por la carga que se le coloque.
Llegó la hora de un tocador
Las chicas necesitarán su propio espacio de embellecimiento, y entonces es la hora de adquirir un tocador con bastante iluminación y cajones para los cosméticos y productos de maquillaje.
La intención es regalarles una estancia que se identifique con ellos lo más posible, que siga siendo su lugar favorito de la casa y que encuentren algo de independencia en esta etapa, que suele ser difícil tanto para ellos como para los padres.
Entonces, ¿estamos listos para lo que viene? Hagamos esta transformación divertida y dinámica, contando siempre con su colaboración y aprobación; al fin y al cabo, como siempre les decimos ¡es por tu bien!