Conocida como “La ciudad del amor” y uno de los epicentros de la moda mundial, la capital francesa, rezuma de un encanto único.
A París la define el arte, la filosofía, los ostentosos palacios, el cine, la literatura, las revoluciones y su gastronomía elementos que reflejan su cultura. Al recorrer las calles de esta urbe, que ha inspirado la imaginación de artistas de todo el mundo y ha sido el telón de fondo de innumerables historias de amor inolvidables en películas como “Casablanca” hasta éxitos contemporáneos como “Antes del Amanecer”, los visitantes se sumergen en las páginas de un libro lleno de historia, romance y su atmósfera bohemia.
En esta oportunidad emprendemos un tour por algunos de sus lugares más emblemáticos, que todo visitante debe conocer, y que hacen de esta ciudad un destino turístico inigualable.
La Île de la Cité: el casco histórico de esta urbe
Iniciamos el recorrido en esta pequeña isla, rodeada por el río Sena, se encuentran lugares emblemáticos Como el Palacio de Justicia, la Conciergerie (antigua prisión), la Place Dauphine y la Catedral de Notre Dame de París, dedicada a la Virgen María, es un monumento de la arquitectura gótica, y ha inspirado a muchos escritores y artistas, como Victor Hugo en su famosa novela “Nuestra Señora de París”.
Este icónico lugar se sigue reconstruyendo tras el incendio ocurrido en abril de 2019, pero se espera abra sus puertas durante la cita deportiva.
Barrio Latino: cultura y tradición
Situado en la margen izquierda del Sena, es conocido por su ambiente vibrante y académico, ya que alberga la Universidad de la Sorbona. Esta área está repleta de librerías, cafeterías, y bistrós, y es el lugar perfecto para disfrutar de la cultura parisina.
Este lugar fue el escenario de movimientos estudiantiles de gran trascendencia política, durante los siglos XIX y XX, como la revolución de mayo del 68, el Mayo Francés.
También podrás ir a la Catedral de San Esteban y el Panteón, donde reposan algunos de los grandes personajes de la historia francesa.
Torre Eiffel: el símbolo de París
La Torre Eiffel, diseñada por Gustave Eiffel y construida en 1889, es el monumento más icónico de París. Con sus 324 metros de altura. Los visitantes pueden subir a las tres plataformas de la torre, ya sea por ascensor o por escaleras, y degustar platillos de la gastronomía francesa mientras disfrutan de una copa de vino y la majestuosa vista de la ciudad.
Museo del Louvre: tesoro de Arte
Es un destino obligatorio para todo turista. Este es considerado uno de los museos más grandes y visitados del mundo, alberga una colección impresionante, que abarca desde la antigüedad hasta el siglo XIX.
Entre sus obras maestras se encuentran la Mona Lisa de Leonardo da Vinci y la Venus de Milo. No olvides pasear por el hermoso edificio y admirar la moderna pirámide de cristal en su entrada principal.
Campos Elíseos y Arco del Triunfo: un Paseo Real
Los Campos Elíseos, una de las avenidas más famosas del mundo, se extienden desde la Plaza de la Concordia hasta el Arco del Triunfo. Este último, construido por orden de Napoleón Bonaparte, honra a los soldados que lucharon por Francia, especialmente durante las guerras napoleónicas.
Subir al Arco del Triunfo proporciona una vista impresionante de la alineación axial de París, conocida como el “Eje Histórico”.
Montmartre y la Basílica del Sagrado Corazón
Montmartre, con su aire bohemio, es famoso por ser el hogar de artistas como Picasso y Van Gogh. Pasea por sus calles empedradas, visita los cafés y las tiendas de antigüedades, y no te pierdas la Plaza de Tertre, llena de pintores y caricaturistas. En la cima de la colina se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.
Palacio de Versalles: Opulencia Real
Aunque no está en el centro de París, el Palacio de Versalles es una excursión imprescindible. Este majestuoso palacio, residencia de Luis XIV, es un testamento del esplendor y la opulencia del antiguo régimen francés. Sus jardines meticulosamente cuidados, la Galería de los Espejos y las habitaciones reales son una maravilla para los visitantes.
El Jardín de Luxemburgo
Sin duda es uno de los lugares que no debes dejar de visitar. Creado en el siglo XVII por María de Medicis. Sus espacios invitan a disfrutar de la naturaleza.
Con el estallido de la Revolución Francesa, El Palacio de Luxemburgo, uno de los más lindos del mundo, se transformó en una cárcel y posteriormente, en la Segunda Guerra Mundial, fue usado como cuartel por los nazis.
Durante su estadía en esta romántica urbe no pierdas la oportunidad de deleitar tu paladar y degustar croissants frescos, escargots (caracoles), foie gras, pasteles y una variedad de quesos franceses en alguno de los bistrós y restaurantes de la ciudad.
París es una ciudad con miles de planes para todos los gustos. Hay muchos espacios hermosos para pasear y crear momentos inolvidables.
