Yoga prenatal: La técnica para una gestación plena

Hacer 15 minutos de yoga puede mejorar la actividad cerebral y el estado de ánimo

El embarazo marca el inicio de una nueva etapa en la vida de la mujer, cuyo proceso viene acompañado de cambios físicos y emocionales, por ello, es importante que la futura madre adopte hábitos saludables para fortalecer su bienestar, el de su bebé y vivir una gestación con plenitud.

Los expertos indican que en esta etapa es esencial que la gestante cuide su hidratación, tenga una dieta balanceada rica en frutas y vegetales, mantenga actualizado su chequeo médico y realice actividad física de bajo impacto, lo cual le permite mitigar los efectos negativos de los cambios emocionales causado por los altibajos hormonales.

Una de las actividades recomendadas es el yoga prenatal, una técnica milenaria cuya praxis moderada y adaptada en cada caso, favorece la sensación de bienestar, relajación y mejorar las condiciones físicas y mentales de la embarazada para el parto.

Estudios demuestran que más de 300 millones de personas hacen yoga en todo el mundo, cuyo método puede reducir la presión arterial sistólica un 26 % y la diastólica un 15 %, además ayuda a disminuir el colesterol en un 23 % y los triglicéridos en un 52 %, lo cual mitiga el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en un 47 %.

Beneficios del yoga prenatal

Este método no solo  favorece la conexión mente y cuerpo, sino al igual que cualquier ejercicio ayuda a mantener un peso saludable, disminuye el riesgo de complicaciones como la diabetes gestacional, evitar el estilo de vida sedentario, reduce el estrés, la ansiedad, los dolores de espalda, ciática, la hinchazón, el estreñimiento y la fatiga.

También, las mujeres gestantes podrán a través de esta técnica mejorar su postura, fortalecer los músculos del suelo pélvico, la espalda y las piernas, preparando el cuerpo para el parto y el posparto.

También ayuda a conciliar el sueño y favorece la autoestima. Sin embargo, las bondades no son solo para la madre,  ya que los estudios han demostrado resultados positivos tanto en la composición corporal como en el desarrollo neurológico de los hijos de mujeres que hicieron ejercicio regularmente durante el embarazo.

Posturas recomendadas 

El yoga abarca un sinfín de posturas para realizar. Sin embargo, los expertos recomiendan ajustarla de acuerdo a la etapa del embarazo. La postura de la paloma, es ideal para realizar entre la semana 1 a la 13, mientras que de la semana 14 a la 28, durante la cual el feto empieza a crecer y a desarrollarse la postura de flexión, de meditación, tadasana (postura de la montaña), la postura del gato. Desde  la semana 28 a la 40 (a veces puede prolongarse hasta la 42), es aconsejable hacer posturas de relajación y de apertura de caderas para facilitar el parto como la del  guerrero o la  postura de la diosa.

Igualmente, es importante que al momento de hacer estos ejercicios, ya sea en casa o en un centro especializado, contar con la asesoría de un experto en clase.  Además, hacer previamente un estiramiento suave, mantener una buena respiración para evitar el agotamiento y utilizar rompa cómoda. 

Es importante recordar que cada embarazo es único, por lo que es fundamental consultar con el médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicio.

¿Qué evitar?

Se sugiere evitar ejercicios o posturas exigentes, como el saludo al sol, para prevenir lesiones propias o del bebé que puedan complicar el parto. 

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