La estadounidense Jennifer Lawrence recibió el Premio Donostia, de manos del cineasta J.A. Bayona, presidente del Jurado Oficial, en la 73ª edición del Festival de Cine de San Sebastián.
«El premio es un honor, mi consejo a las jóvenes actrices es ver mucho cine, aprender, ir a pruebas, seguir intentándolo… volvería a ver el cine, porque es muy importante», expresó la protagonista de “Los juegos del hambre”.

“Cuando me paro a pensar en artistas que recibieron este honor antes que yo, como la incomparable Meryl Streep, el legendario Pedro Almodóvar y la icónica Lauren Bacall, me siento verdaderamente afortunada y fascinada. Sus contribuciones y su audacia han marcado el cine y me han inspirado durante toda mi vida, tanto personal como creativamente, así que me cuesta mucho asimilar el hecho de ver mi nombre entre los suyos. Gracias, es increíblemente especial, un verdadero honor”, agregó la ganadora del Oscar antes de ser ovacionada en el Auditorio Kursaal.

Durante la ceremonia, la también productora deslumbró con un vestido de línea recta en tono caqui firmado por Phoebe Philo, antigua directora creativa de las maison Chloé y Céline.

Se trata de una pieza, de corte asimétrico, con un drapeado central y una amplia abertura, juega con los volúmenes e incorpora un cinturón de forma original. Además, combinó el conjunto con unos botines de estilo calcetín en color negro y unos pendientes plateados que se apreciaban bajo su melena rubia.