Ahorrar o invertir son cuestiones claves en las finanzas personales

Tanto el ahorro como la inversión tienen su origen en la brecha entre lo que ganas y lo que gastas. Y esto no es menor, lograr esa brecha es uno de los desafíos más importantes en las finanzas personales por un sinfín de razones.

Ahora bien, superado este reto, ¿qué hacer con ese apartado? Las características del objetivo que quieras alcanzar te ayudarán a decidir qué es mejor.

¿Qué el dinero crezca o que nos dé seguridad?

Destinar la reserva para que te proporcione un colchón ante una emergencia médica, ante la interrupción de los ingresos, para cubrir imprevistos de carácter inmediato son algunos ejemplos de propósitos de ahorro. Un apartado para comprar un bien —la inicial de un carro o de una casa, un electrodoméstico o para pagar unas vacaciones— en un horizonte temporal no muy largo, por ejemplo, no mayor a 1 o 2 años y que requiera la disponibilidad del dinero con facilidad y rapidez.

Los riesgos siempre van a existir, pero existen maneras que pueden ayudar a gestionarlo

El dinero ahorrado podría estar distribuido en cuentas de banco o efectivo para su uso sin contratiempos.

Lo malo del ahorro o una de sus desventajas principales es que, aunque te brindará tranquilidad, su valor probablemente disminuya en el tiempo al estar expuesto a la inflación y la devaluación. Las cuentas de ahorro no generan suficiente para proteger su valor en el tiempo. De alguna manera ese es el precio de la liquidez y disponibilidad.

Podríamos decir que, en general, el ahorro persigue propósitos más relacionados con la seguridad, liquidez o metas a corto plazo.

Si, en lugar de hacer lo arriba mencionado, el dinero apartado se destina a proyectos, instrumentos financieros, negocios, activos, bienes, emprendimientos, préstamos o cualquier otra opción que tenga como principal objetivo hacer crecer el dinero, estaremos hablando de inversión.

La inversión persigue, en corto, mediano o largo plazo, multiplicar el dinero, reproducirlo. Pero, y este es un “pero” importante, el potencial de crecimiento del dinero está asociado a riesgos. Es decir, aunque a través de las inversiones existe la posibilidad de hacer crecer el dinero, también existe la posibilidad de perder parte o todo lo invertido. Aquí a mayor rendimiento, mayor riesgo.

Se debe considerar la capacidad para soportar la volatilidad de las inversiones

¿Es posible evitar esos riesgos? Los riesgos siempre van a existir, pero existen maneras que te puede ayudar a gestionarlos para mejorar tus posibilidades de acuerdo a tu nivel de tolerancia y a tus objetivos. No profundizaremos acerca de ese tema, pero le destinaremos un artículo en el futuro.

Entonces, ¿qué es mejor?, ¿ahorrar o invertir?

Depende. Una de las respuestas favorita de los economistas. ¿De qué depende entonces? Dependerá de precisamente el objetivo que persigas y el horizonte de tiempo en el que vas a necesitar el dinero.

En todo caso, ambas se pueden hacer simultáneamente. A la vez que inviertes para una meta a largo plazo, como por ejemplo tu jubilación, puedes estar ahorrando para una o varias metas a menor plazo como tus próximas vacaciones y tu fondo de emergencias.

Considera tu tolerancia al riesgo, tu capacidad para soportar la volatilidad de tus inversiones. En general, mientras más tiempo dispongas, tendrás mayor oportunidad de recuperarte de momentos bajos en los mercados y evitar pérdidas. La diversificación de tus inversiones, no poner todos los huevos en la misma canasta, es también una estrategia que puede ayudarte a mitigar los riesgos.

Conseguir el equilibrio entre el ahorro y la inversión dependerá de tu situación y tu evolución en el tiempo. No hay una respuesta buena o mala para todos. Sin embargo, comprender los pros y contras de cada una te ayudarán a lograr el balance de sentirte a gusto y seguro en el presente mientras construyes un futuro financieramente sólido.

Rafael Álvarez
Administrador. MBA
www.espacioconvalor.com
@espacioconvalor

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