En un mundo ajetreado los imprevistos (una emergencia médica, reparaciones en la vivienda o el auto, la pérdida inesperada del empleo, entre otros) están a la orden del día; y es en este momento donde tener un fondo de emergencia cobra relevancia, ya que actúa como un escudo, permitiendo afrontar estos desafíos sin tener que recurrir a préstamos y caer en la desesperación.
El secreto para el bienestar financiero.
Esta estrategia financiera no solo permite cuidar nuestra economía personal, ya que no se trata solo de dinero, sino que es un acto de autocuidado que permite construir una red de seguridad para estar preparados ante cualquier imprevisto.
Esta acción es una forma de decirnos a nosotros mismos que nuestra seguridad y paz mental son una prioridad. Crear uno puede generar intimidante, pero con estas claves esenciales, podrás asegurar tu estabilidad financiera sin sacrificar tu estilo de vida.
Crear un presupuesto
Este permite registrar sus ingresos mensuales, gastos fijos, gastos opcionales y afinar las áreas en las que pueden recortar y redirigir los fondos a sus ahorros de emergencia.
Determina una cantidad para tu fondo
Ya sea quincenal o mensual, con un 5% o un 10% de tus ingresos, cuya cantidad se puede ajustar a medida que vaya pasando el tiempo.
Automatizar el ahorro
La automatización es una herramienta poderosa en las finanzas personales, ya que permite contar con los fondos ante cualquier eventualidad. La inversión que puedes gestionar a través de un emprendimiento diversifica las fuentes de ingresos.
Cumple con tus deudas
Jerarquizar los compromisos económicos y mantenerlos al día evita el pago de intereses.
Reducir los gastos
Evita comprar de manera compulsiva, aunque veas artículos en oferta en el supermercado. Ten tus metas claras y no te dejes llevar, concéntrate en tu propósito. ¡Necesitas un respaldo! ¡No compres lo que no necesitas!
Un fondo de emergencia ofrece tranquilidad, seguridad financiera y la flexibilidad para navegar por las incertidumbres de la vida.
