Lastres es un encantador pueblo costero ubicado en la región de Asturias, al norte de España. Conocido por su belleza natural, su arquitectura tradicional y su rica historia marítima, este lugar se ha convertido en un destino turístico popular para aquellos que buscan alejarse del bullicio de la ciudad y sumergirse en un entorno tranquilo y pintoresco.
Al recorrer sus empinadas calles empedradas se aprecia su arquitectura llena de casas blancas, con algún toque de color, balcones floridos y sus impresionantes vistas al mar Cantábrico que cautiva a todos sus visitantes.
¿Qué hacer durante la estadía?
Además de su encanto arquitectónico, Lastres también cuenta con una rica historia marítima. El pueblo ha estado ligado al mar desde tiempos inmemoriales, y sus habitantes han dependido de la pesca y la navegación para sobrevivir. Los visitantes pueden explorar el Museo de la Mar, que ofrece una fascinante visión de la vida marítima en Lastres a lo largo de los siglos.
Para aquellos que buscan actividades al aire libre, esta localidad ofrece una variedad de opciones. Los senderos costeros cercanos son ideales para hacer senderismo y disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de la costa asturiana.
Por su parte, los más aventureros pueden embarcarse en excursiones en kayak o en barco para explorar cuevas marinas. También pueden ir a la Iglesia de Santa María de Sábada, que se encuentra situada en el centro de la villa de Lastres, y data del siglo XVIII con una combinación de estilos, entre el neoclásico y el barroco, está declarada Monumento Histórico Artístico, o la Capilla de San Roque que fue construida en el siglo XVI, por la cofradía de los mareantes. En piedra y con una planta cuadrada, es de reducidas dimensiones. En su interior hay un retablo de madera, de estilo barroco del 1680.
Otro de los mayores encantos del pueblo es el mirador de San Roque es uno de los lugares más recomendables que brinda una impresionante del mar. Además desde su puerto pesquero se disfruta de una magnífica panorámica del pueblo y de la paya La Griega, situada a unos tres kilómetros, es sin duda, uno de los entornos naturales más impresionantes que ver.
Tampoco deje de ir a los diferentes restaurantes para degustar las exquisiteces culinarias típicas de la gastronomía local como el cachopo y la fabada.
Este es un destino idílico para aquellos que buscan combinar belleza natural, historia fascinante y la tranquilidad de la vida en un pueblo costero.