El mousse de guanábana es más que un postre; es un viaje sensorial al corazón del trópico. Su textura, etérea y delicada, se deshace en la boca, liberando su sabor exquisito. Este postre, que no requiere cocción, celebra la fruta en su estado más puro: su pulpa, carnosa y de un blanco impoluto, se convierte en la base de una crema ligera y espumosa.
Ingredientes:
3 tazas de pulpa de guanábana
2 cucharadas de gelatina sin sabor o 6 láminas de gelatina de hoja transparente
1 taza de agua
1 taza de azúcar
1 lata de leche evaporada (congelada con antelación)
Procedimiento:
1. Pelar la guanábana y eliminar todas las semillas, hay que sacarlas de los gajos. Licuar esta pulpa sin agregar agua, triturarla muy bien.
2. Remojar las láminas de gelatina en 1 taza de agua. Si se utiliza gelatina sin sabor en polvo, hidratarla con 10 cucharadas de agua a temperatura ambiente.
3. En una olla coloque la guanábana licuada y el azúcar, cocine revolviendo constantemente con cuchara de madera, a fuego medio durante 10 minutos contados a partir del momento en que se coloca la olla en el fuego.
4. Sin dejar de cocinar agregue la gelatina hidratada. Si se usa la gelatina en hojas se desecha el agua de remojo. Mantener en el fuego 2 minutos más, revolviendo hasta que se disuelva la gelatina.
5. Retirar la mezcla del fuego y poner a enfriar metiendo la olla dentro de un envase con agua helada, dejar allí por 5 minutos y reservar.
6. Sacar del congelador la lata de leche evaporada, abrirla por ambos lados para extraer la leche congelada, poner en un envase y batir usando batidora hasta que la leche haya duplicado su tamaño.
7. Agregar la guanábana que se dejó enfriando antes a la leche evaporada batida, usar batidor de alambre y movimientos envolventes hasta unir todo muy bien.
8. Cubrir un molde grande o varios individuales con papel plástico de envolver, verter la mezcla y refrigerar por 12 horas mínimo, o hasta que endurezca.
9. Desmoldar y servir.
