Descubriendo la magia de La Provenza

Francia, uno de los países más visitados del mundo, es conocida por su  capital, París, que alberga museos, que resguardan joyas del arte, al igual que los palacios, la torre Eiffel, entre otros que son parte de su acervo histórico, pero no son los únicos destinos.

Al sureste de este país, enclavada entre la frontera italiana al este y la orilla izquierda del río Ródano al oeste, se encuentra La Provenza, rodeada de aromáticos y coloridos campos de lavanda, que se desvanecen en el horizonte hasta los cañones de roca roja del Luberon, brindan un paisaje de postal e invita a una inmersión total en un mundo donde la belleza natural se fusiona con la riqueza cultural e histórica.

Es conocida por su extensos campos de lavanda

En esta oportunidad te llevamos en un tour por los lugares que debes visitar en este destino que se saborea, se huele y se siente, dejando una huella imborrable en cada viajero.

Aviñón (Avignon): la joya turística de esta urbe es el Palacio de los Papas, el mayor palacio gótico de Europa que se construyó a principios del siglo XIV, cuando la Iglesia católica trasladó la corte papal de Roma a este lugar. Sus murallas medievales y el famoso Puente de Aviñón (Pont Saint-Bénézet) la convierten en un sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No te pierdas su vibrante Festival de Teatro en verano.

 

Igualmente hay que perderse por las calles del Roi René y de los Teinturiers y visitar la Catedral de Doms, de cúpula románica, que acentúan la sensación de estar pisando un tejido urbano de belleza casi irreal.

Aix-en-Provence: elegante y sofisticada, es conocida como “La ciudad de las 1.000 fuentes”, sus bulevares arbolados (como el Cours Mirabeau), también por su profunda conexión con el arte: esta ciudad inspiró a grandes pintores como Cézanne, que eligió vivir aquí e inmortalizar paisajes provenzales como el Monte Sainte-Victoire.

La Fuente de la Rotonda creada en 1860, es el símbolo no oficial de la ciudad

Arlés (Arles): localizado a lo largo del plácido delta del río Ródano, al recorrer sus calles, puede apreciar su riqueza arqueológica. El Teatro Romano y la Arena, muy similar al Coliseo de Roma, que fue testigo de los juegos y las luchas de gladiadores durante más de 400 años, la Iglesia y Claustro de SaintTrophime, son dos lugares al que todo turista debe ir. La ciudad es inmortal por haber inspirado a Vincent van Gogh, quien produjo algunas de sus obras maestras aquí.

Marsella (Marseille): conocida como la Nápoles de Francia, cautiva con su ambiente cosmopolita, Es un crisol de culturas con un vibrante puerto viejo (Vieux Port), la impresionante Basílica de Notre-Dame de la Garde que domina la urbe, y el animado barrio de Le Panier. Es un punto de partida ideal para explorar las calas (calanques) de su costa.

La gastronomía provenzal resalta por sus sabores mediterráneos: aceite de oliva, hierbas aromáticas, mariscos frescos y platos tradicionales como la bouillabaisse, una sopa de pescado emblemática de Marsella, y la ratatouille, un guiso de verduras que ha ganado fama internacional.

A su vez son populares platos como la ensalada niçoise, que se puede degustar con un cordero provenzal y una Tarte Tropézienne. También es reconocida por sus vinos, especialmente el rosado de la Provenza, que se puede degustar en bodegas locales durante visitas guiadas.

Durante su estadía en este lugar puede hacer senderismo en las Calanques, dar un paseo en bicicleta por los viñedos y actividades acuáticas en el río Ródano y la Costa Azul. Además, los mercados provenzales ofrecen productos locales y artesanías, ideales para comprar recuerdos únicos.

¿Cómo llegar?

Puede acceder tomando un vuelo a Marsella o Niza, o utilizar el tren de alta velocidad (TGV) desde París o Barcelona. También es posible llegar en coche, utilizando las autopistas A8, A9 o A7.

La Provenza es un destino ideal para quienes buscan un viaje lleno de historia, naturaleza y sabores auténticos.

 

 

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