El sedentarismo se ha convertido en una característica definitoria del estilo de vida moderno, una verdadera epidemia silenciosa que afecta a un tercio de la población global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 31% de los adultos y el 80% de los adolescentes no cumplen con los niveles recomendados de actividad física, uno de los principales factores que afianza cada vez más este hábito en la sociedad.

A este se le acoplan otros agentes como el teletrabajo, la gestión en la oficina (que requiere que las personas permanezcan mucho tiempo sentadas) y el uso exclusivo de las pantallas, que más allá de las ventajas que nos ofrece como ver la televisión, jugar videojuegos o navegar por internet, han cambiado nuestros hábitos diarios e inoculado este estilo de vida que con el paso del tiempo va dejando su huella en nuestro cuerpo, aumentando significativamente el riesgo de desarrollar una variedad de patologías como:
Combatir el sedentarismo, puede ser un desafío. El secreto está en adoptar hábitos saludables y el compromiso personal.
La OMS recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada , como caminar a paso rápido, trotar o andar en bicicleta. Incluso pequeñas pausas activas durante el día pueden marcar una gran diferencia. Levántate, estírate y camina unos minutos cada hora.
Reduzca la cantidad de tiempo que pasó frente a una pantalla, y llene esos períodos con otras actividades más activas.
Practicar yoga o mindfulness para reducir el estrés, la ansiedad y la fatiga.