La mermelada de tomates es una verdadera sorpresa para el paladar, una joya culinaria que desafió las expectativas y redefine la noción de dulzura. Lejos de la acidez habitual del fruto fresco, el tomate, al ser cocinado lentamente y con paciencia, revelan una dulzura profunda y concentrada, con matices que recuerdan a frutas de verano maduras, incluso con toques afrutados que evocan pasas o ciruelas.

Ingredientes
(6 personas) 500 gr. tomates
½ kg. de azúcar
1 cda. de esencia de vainilla
Un poco de azúcar
Preparación
Coloque los tomates en agua hirviendo durante 30 segundos, escurre y pélalos. A continuación córtalos por la mitad y retira las semillas.
Deposita la pulpa de los tomates en un envase. Espolvorea con el azúcar y añade también la esencia de vainilla y cocina hasta que espese dándole vuelta con una cuchara de madera.
Una vez completada la cocción, deje enfriar la mermelada de tomate y se vierte en un frasco de vidrio previamente esterilizado.
Esta preparación es perfecta para acompañar desde quesos fuertes (especialmente de cabra o azules) hasta carnes asadas , pasando por un simple y reconfortante desayuno sobre una tostada crujiente.