Venezuela alberga en su territorio paraísos tropicales para disfrutar y relajarse de la rutina. Enclavada entre las playas de Puerto Cruz y Sepe y en el Parque Nacional Henri Pettier, en el estado Aragua, se encuentra la Ensenada de Tuja, un destino rodeado de montañas donde la vegetación tropical abraza la playa con una intensidad que casi la engulle, ofreciendo una sombra natural y fresca bajo el sol.
Las aguas, de poco oleaje, se tornan de azul turquesa translúcido e invita a la inmersión inmediata para practicar el buceo y el snorkel, y tener un encuentro íntimo con la vida marina, una galería submarina privada que pocos tienen el privilegio de explorar. La brisa constante del mar, cargada con el aroma salino y la promesa de calma, es el único ruido que rompe el silencio, salvo el ocasional murmullo de las olas o el canto de algún ave exótica.

Además de la arena blanca y aguas cristalinas, en Tuja también puedes visitar otros paisajes como pozos naturales y un río cercano.
En este maravilloso lugar, útil para mochileros y grupos de excursión, el lujo no se mide en estrellas de hotel, sino en la pureza de la experiencia. No encontrarás hoteles de cinco estrellas, sino posadas y casas de alquiler que ofrecen un confort discreto.

Durante su estadía también podrá degustar la gastronomía local que se centra en el producto fresco del día: el pescado y el marisco, traídos directamente por los pescadores locales, se convierten en platos sublimes, sencillos pero llenos de sabor, acompañados de tostones de plátano o arepas.
¿Cómo llegar a Ensenada de Tuja?
Puede acceder a través de Choroní tomando una lancha desde Puerto Colombia que lleva hasta la ensenada, su duración es de unos 40 minutos.
Otra ruta es por Chichiriviche de la Costa también igual en lancha y la travesía tiene una duración de una hora.