
Estos médanos son el único desierto del Caribe Al adentrarse en este ecosistema, de belleza efímera, declarado como Parque Nacional en 1974, los visitantes pueden sentir la suave arena bajo sus pies y sentir cómo el sol acaricia su piel mientras aprecian su vegetación xerofila y fauna integrada por pequeños mamíferos, aves y reptiles.




Visitar este destino, al que se puede ingresar por la entrada propia al parque, desde el paseo “Monseñor Iturriza”, al lado del Monumento a La Madre, y la segunda, es a través de la vía que conduce de Coro a la península de Paraguaná, en el istmo de los médanos, es una invitación a descubrir el patrimonio natural y las raíces de Venezuela.
Es importante que durante su estadía en este lugar se aplique protector solar para evitar daños en la piel por la sobreexposición a los rayos UV. También evite dejar desechos sólidos en los espacios.



