Nutrición y pérdida de peso: efectividad y riesgos de las dietas

Son diversos los factores que conllevan al aumento de peso como tener un estilo de vida sedentario, la ingesta excesiva de alimentos y bebidas con alto contenido de calorías, azúcar y grasa, entre otros que a su vez  elevan el riesgo de padecer diversas enfermedades respiratorias, cardiovasculares o diabetes de tipo 2.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las últimas tres décadas, la tasa de obesidad, considerada una de la forma más común de desnutrición en la mayoría de los países,  “se ha cuadruplicado entre los niños y duplicado entre los adultos”.

En ese sentido, el organismo internacional indica que  “al menos una de cada ocho personas en la Tierra vive con obesidad”  , cuya patología crónica es generada por el exceso de grasa en el cuerpo, y es una de las principales causas de muerte en el mundo.

Los métodos más saludables y sus bondades

Ante este panorama, las dietas se presentan, en el imaginario de las personas, como una de las primeras soluciones para lograr un cuerpo esbelto y más saludable.

La dieta mindfulness, flexitariana, microbiota, mediterránea o el ayuno intermitente son algunas de las practicadas por las personas que  experimentan resultados positivos a corto plazo al perder al menos una pequeña cantidad de peso, luego regular la ingesta de alimentos y disminuir el consumo de grasas, carbohidratos o simplemente una restricción de calorías  , aseguró Ellen Schur, directora del Centro de Investigación de Nutrición y Obesidad de la Universidad de Washington.

Las prohibiciones alimentarias pueden desencadenar trastornos alimentarios como los atracones.

Estudios recientes revelan que bajar entre el 5% y el 10% del peso corporal mejora el estado de ánimo, la calidad del sueño, el rendimiento energético, fortalece la memoria, la movilidad, disminuye la presión arterial y los niveles de colesterol.

No obstante, María Collazo-Clavell, endocrinóloga de la Clínica Mayo, afirmó que es común que luego de culminar estos procesos las personas  son vulnerables a padecer el llamado efecto rebote y volver a subir de peso, sino que se establece un régimen alimentario balanceado  .

Por ello es importante que antes de dar este paso consulte con un experto para asegurar que sea adecuado nutricionalmente.

Sus riesgos ocultos

Sin embargo, la promoción de otros programas, que prometen resultados rápidos, y que suelen basarse en restricciones calóricas extremas, como la dieta milagro, la dieta de los 21 días de 800Kcal, dieta keto, dietas para perder 10 kilos en 1 mes, entre otras que pueden llevar a deficiencias nutricionales esenciales para el funcionamiento óptimo del organismo, debido a que  limitan la ingesta de alimentos permitidas, mientras que el resto queda prácticamente prohibido afectando la salud física y mental de las personas  . “En todos los casos son pautas cuya característica fundamental  es una limitación drástica en el total de calorías ingeridas  , ya que es la única manera de perder tantos kilos en tan poco tiempo”, explicó Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO, según reseña el medio El Confidencial.

En ese sentido indicó que  “el déficit energético provoca decaimiento, fatiga y debilidad, pero también la imposibilidad de cubrir los requerimientos de nutrientes  , lo cual da lugar a muchas patologías de diferente gravedad entre las que destacan el estreñimiento, la deshidratación, vómitos, diarrea, flatulencias, la formación de cálculos biliares, osteoporosis, amenorrea, pérdida de masa muscular o fibrilación auricular”.

A estos efectos se les suman: el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia,  pérdida de fuerza muscular y rigidez debido a la falta de proteínas, vitaminas y minerales  .

Por otro, este tipo de dieta también tiene un alto impacto a nivel psicológico, ya que provocan ansiedad, irritabilidad e incluso episodios de depresión.

Es importante  recordar que la asesoría de un nutricionista es clave para eliminar malos hábitos alimenticios y cambiarlos por otros más saludables  , sobre todo cuando se pretende mantener un peso adecuado.

Claves para adelgazar sin hacer dieta
Existen hábitos que no se relacionan con hacer una dieta estricta:
  • Dejar de comer entre comidas.
  • No exceda y regular las porciones de alimentos recomendadas por los expertos.
  • Prescindir de los dulces procesados ​​y optar por las golosinas naturales como las frutas.
  • Integra los vegetales en la alimentación diaria.
  • Aumentar el consumo de agua y fibra.
  • Evitar el sedentarismo y hacer actividad física cotidianamente.

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