En la actualidad el emprendimiento forma parte de los pilares de la educación moderna con la finalidad de forma personas que puedan dar respuesta a las dificultades sociales.
Fomentar el espíritu emprendedor desde una edad temprana es garantía de un buen futuro para los jóvenes, quienes según estudios están más dispuestos a emprender un negocio que los adultos. Es el caso del informe de Global Entrepreneurship Monitor (GEM), titulado “Potencial futuro – la perspectiva del GEM sobre el emprendimiento de los jóvenes en 2015”, demostró que en la franja comprendida entre los 18 a los 34 años, las personas tienen una iniciativa más pronunciada de emprendimiento.
Además, en dicho análisis resaltan que los jóvenes están 1,6 veces más abiertos a la idea de emprender un nuevo negocio que las personas de mayor edad.
En el caso de Venezuela el emprendimiento en los jóvenes ha aumentado en los últimos años, así lo comprueba un estudio realizado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) junto al Instituto de Estudios Superiores de Administración IESA, donde se señala que en 2023 cerca de 3 millones de venezolanos (19% de la población adulta del país) están emprendiendo en diferentes etapas. De ese grupo, la gran mayoría (86%) posee emprendimientos en etapa temprana (TEA, por sus siglas en inglés), es decir, tienen negocios nacientes (startups con menos de tres meses en el mercado) o negocios nuevos.
¿Por qué dar este paso en la juventud?
Hoy en día el emprendimiento representa una oportunidad para muchos jóvenes para concretar sus ideas, proyectos, obtener ingresos extras y no depender solamente de los ingresos del empleo tradicional.
Igualmente, poder conocer a nuevas personas, y estrechar lazos sociales relacionados con su negocio y nuevo ritmo de vida. Asimismo, fortalecer habilidades como la creatividad, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la gestión del tiempo, las cuales son útiles en muchos aspectos de tu vida cotidiana.
También es una fuente de innovación, ya que las personas que hacen parte de este proceso siempre buscan nuevas formas de hacer las cosas y de resolver problemas.
Cabe destacar que durante el desarrollo de un proyecto se puede enfrentar retos, como tener acceso al financiamiento, conocimiento sobre el manejo dela finanzas, el mercado y adaptabilidad al mimo, entre otros que se pueden superar con perseverancia, constancia, la preparación intelectual y la confianza en sí mismo.
Además, es importante contar con la asesoría de un experto, cuya guía impulse el surgimiento del proyecto.