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Fatiga menstrual: la sensación que puede bajar tu alegría

La meditación y yoga reducen la ansiedad y fatiga del período
Las molestias y el cansancio se intensifican, especialmente para quienes viven con fatiga menstrual. Este agoamiento invisible, muchas veces pasado por alto, puede mermar nuestra energía y estado de ánimo. Sin embargo, entender esta condición y aprender a manejarla nos permitirá seguir compartiendo momentos especiales con nuestros seres queridos.
 
​¿Por qué te sientes agotada?
 
​LA fatiga menstrual que sienten las mujeres, generalmente se presenta en los días previos (como parte del Síndrome Premenstrual o SPM) y durante el sangrado, y ocurre debido a efecto de factores claves como: 
 
​ El desplome hormonal
 
​El principal motor de la fatiga se encuentra en las fluctuaciones hormonales que ocurren al final del ciclo:
 
​Caída de esteroides: en la fase lútea (después de la ovulación y antes del periodo), los niveles de estrógeno y progesterona alcanzan su punto máximo y luego se desploman bruscamente. Este efecto actúa como un interruptor de energía, provocando una sensación de baja vitalidad y síntomas similares a la depresión o la tristeza.
 
Si la fatiga es severa o persiste, es importante consultar a un médico
 
​Además, la reducción del estrógeno afecta la producción y actividad de la serotonina, un neurotransmisor  que regula el estado de ánimo, el sueño y la energía. Niveles bajos de serotonina exacerban el aletargamiento.
 
​Déficit de hierro por el sangrado 
 
​La menstruación es un proceso de pérdida de sangre, lo que puede llevar a una deficiencia de hierro si el flujo es abundante o si la dieta no es adecuada:
 
​Este minerales es vital para la producción de hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a todo el cuerpo. Una pérdida excesiva de sangre (menorragia) reduce su presencia en el cuerpo, elevando el riesgo de tener anemia,  una causa directa de fatiga extrema y crónica, ya que el cuerpo no recibe suficiente oxígeno para mantener los niveles de energía adecuados, lo que se manifiesta como debilidad y cansancio constante.
 
Dolor menstrual y la alteración del ciclo de sueño 
 
​ Los cólicos menstruales (dismenorrea), el dolor lumbar, las migrañas dificultan conciliar o mantener un sueño de calidad que se traduce en fatiga diurna.
 
Señales de alerta: ¿cuándo consultar al médico?

​Si bien la fatiga cíclica es común, el agotamiento extremo no, por ello es importante una evaluación médica para descartar otros síntomas que pueden afectar nuestra calidad de vida:

Trastorno disfórico premenstrual (TDPM): una forma severa de SPM donde la fatiga se acompaña de ansiedad, tristeza profunda, irritabilidad o desesperanza que afectan el bienestar mental.

Problemas ginecológicos subyacentes: patologías como la Endometriosis o los Fibromas uterinos pueden causar un sangrado excesivamente abundante y dolor, exacerbando la anemia y la fatiga.

Hipotiroidismo: una tiroides hipoactiva puede causar fatiga y, a menudo, se confunde con los síntomas menstruales, por lo que un chequeo de tiroides es vital.

Estrategias para combatir la fatiga menstrual

​Adoptar hábitos de vida enfocados en la estabilidad hormonal y nutricional puede mitigar significativamente el agotamiento:

Una dieta balanceada: si tu flujo es abundante, consume alimentos ricos en hierro (legumbres, carnes magras, espinacas) y Vitamina C (que ayuda a absorber el hierro).

Opta por granos integrales, frutas y verduras. Estos ayudan a mantener estables los niveles de glucosa, evitando picos y caídas de energía.

​Es importante reducir el consumo de cafeína, alcohol y azúcar refinado en la semana previa al periodo, ya que estos pueden provocar desequilibrios de glucosa que se traducen en más fatiga.

Cuida el sueño: intenta acostarte a la misma hora, evita pantallas antes de dormir y asegúrate de que tu habitación esté fresca y oscura.

Mantente en movimiento: la práctica de técnicas de relajación como el yoga, la meditación y hacer ejercicios leve como caminar estimula la liberación de endorfinas (analgésicos naturales) y a mejorar el estado de ánimo, lo que combate el aletargamiento y el insomnio. No se trata de un entrenamiento intenso, sino de activar el cuerpo.

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