½ kg de pasta de hojaldre
4 manzanas rojas
170 ml de agua
3/4 de taza de azúcar
1 ramita de canela
3 cucharadas de pasitas
1 yema de huevo para barnizar
1 cucharada cafetera de azúcar para espolvorear

Añadir la sal a la harina y colocarla en una superficie plana formando una corona o volcán. Echarle el agua bien fría en el medio y comenzar a amasar poco a poco.
Enharinar la superficie y estirar la masa con ayuda de un rodillo. Extenderla hasta que quede del grueso de su meñique.
Añadir dos o tres cuadros de mantequilla en el centro y envolverlos con la masa.
Doblar la masa sobre la mantequilla, cubriéndola por completo y estirar nuevamente, agregando harina sobre la mesa y sobre la masa. Repetir hasta integrar toda la mantequilla.

Lo que le da la textura al hojaldre son las vueltas y sus capas tan características. Existe la vuelta sencilla, que consiste en girar la masa sobre la mesa; y la vuelta doble, que significa crear un rectángulo que se dobla sobre sí en tres partes, de derecha a izquierda. Luego se estira nuevamente con el rodillo y se crea otro rectángulo que de nuevo se dobla en tres partes. Meter en la nevera por 30 minutos.
Este proceso se repite dos veces más, incluyendo los 30 minutos en la nevera, hasta completar las 6 veces.
Finalmente, se extiende la masa, se le coloca el puré de manzana y las pasitas (pasadas previamente por harina para que no se hundan). Formar un rollo, barnizarlo con yema de huevo, espolvorearle azúcar y hornear a fuego medio hasta que se dore la preparación.