Bajo las cumbres más altas de Venezuela se encuentra un paraje donde se respira aire puro y las nubes envuelven a sus visitantes. Hablamos del Páramo de La Culata, en la Sierra Nevada del estado Mérida.
En este santuario andino, el paisaje muta de verdes intensos a la paleta de ocres, marrones y plateados que caracterizan la alta montaña cubierta de arbustos, helechos y musgo, que son el hogar de una fauna diversa.

En el páramo, donde la naturaleza se presenta en su forma más pura y majestuosa, los icónicos frailejones se erigen como centinelas de la niebla, esas plantas endémicas que custodian el ecosistema y nos recuerdan la fragilidad y la belleza de este mundo.
El paisaje está salpicado por lagunas morrénicas de origen glaciar, como la famosa Laguna Carbonera, uno de los lugares que puede visitar invita a la introspección y a la aventura en partes iguales. Desde puntos panorámicos, la perspectiva se extiende, ofreciendo postales de los valles y la propia ciudad de Mérida a la distancia.

Trekking y senderismo
Este lugar es un paraíso para los amantes de las caminatas, con rutas que van desde sencillos recorridos por los paradores turísticos, hasta desafiantes expediciones a picos cercanos como el Pan de Azúcar, el Pico El Águila, la Laguna de Guaches, entre otros.
Para un ritmo más pausado, puedes disfrutar de paseos a caballo, una forma tradicional y amable de explorar las laderas y los riachuelos, que te conecta íntimamente con la vida rural andina.

Además, en sus espacios se encuentran restos arqueológicos de pueblos indígenas que han vivido allí desde la época precolombina.